Una organización se topó con el hombre en la selva y lograron captar su actividad. Se cree que con él se terminará su comunidad.
Es conocido como “el último de su tribu” y probablemente lo sea: un hombre que habita las tierras de sus ancestros en el estado amazónico de Rondônia, Brasil, podría ser el punto final a una comunidad que habitó esa zona por generaciones.
El hombre en cuestión tiene alrededor de 50 años, anda semidesnudo y se ayuda con un machete en la selva espesa, o con un arco y flecha si va a cazar monos, cerdos salvajes o pájaros, informó el sitio The Guardian.
Miembros de la agencia indígena Funai grabaron sus actividades, que todavía incluye cavar agujeros en el suelo y tender su hamaca para dormir sobre ellos. lleva 22 años viviendo solo, sin contacto con otras civilizaciones.
“Está muy bien. Sale de cacería, cultiva papaya y maíz. Goza de buena salud y de un buen estado físico por todo el ejercicio que hace”, explicó Altair Algayer, coordinador regional de Funai, la agencia gubernamental para la población indígena.
El hombre fue localizado por primera vez en 1996, 16 años después de que terminara el período más peligroso para su gente, cuando las madereras, los empresarios agrícolas y los granjeros reclamaron parte de la selva -de su hogar- para sus actividades.
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