Dos jóvenes tocaron el timbre y se hicieron pasar por vendedores de bolsas de consorcio. El dueño de la casa -un hombre de 88 años- les dijo que no tenía interés en comprarles, aunque enseguida metió la mano en el bolsillo y les dio unos pesos. «¿No me daría un vaso de agua?», le preguntó uno de los menores. El anciano accedió amablemente al pedido y fue hasta la cocina, pero cuando volvió se llevó una triste sorpresa: le habían robado la perra -un caniche toy de 4 años.
El hecho ocurrió este jueves alrededor de las 18 en una casa ubicada en la zona de Constitución, Buenos Aires. Las víctimas -una pareja de jubilados- contaron en un video los detalles del robo e hicieron un pedido desesperado: «Por favor, quiero mi perrita, les doy mi jubilación. Es lo único que tenemos, somos los dos solitos y ella nada más», dijo la mujer al borde de las lágrimas.
Los delincuentes engañaron al anciano y aprovecharon la oportunidad para robarle la perra que estaba detrás de las rejas de la casa. El matrimonio se mostró compungido y ofrece una recompensa para que le devuelvan la mascota.
El Sol