Entrevista exclusiva a Roberto Ochandio
En el día de ayer el Gobernador de Chubut Mariano Arcioni invitó al referente nacional del Frente Renovador Sergio Massa a recorrer la planta de arenas silíceas en Dolavon, lo invito a un paseo cancerígeno.
Cholila Online para que Chubut y Argentina conozcan que es lo que pasa en esta fábrica de cáncer entrevistó al especialista en extractivismo Roberto Ochandio. Describe y denuncia las peligrosas consecuencias sobre la salud de las personas del Valle Inferior del Río Chubut que trae aparejado la extracción y tratamiento de arenas silíceas.
Roberto Ochandio es uno de los autores del libro “20 Mitos y Realidades del Fracking”, licenciado en Geografía en la University of North Texas, fue trabajador petrolero y, entre otras cosas, es un reconocido militante e intelectual contra el extractivismo. Vivió 27 años en Estados Unidos, desde 1984 a 2011, allí ocupó varios empleos hasta que finalmente llegó a ser analista de sistema en American Airlines donde se jubiló. Anteriormente a su experiencia por el país del norte, trabajó durante 19 años en el petróleo, comenzando en YPF en Comodoro Rivadavia.
Una vez jubilado Ochandio decidió junto a su compañera emprender el regreso a su país, para recaer en la ciudad de Esquel. Durante dos meses y medio recorrió casi todo el continente americano en auto hasta llegar a la cordillera chubutense. Allí vivió hasta marzo de este año, cuando decidieron volver a Estados Unidos para estar con su familia. También lo hicieron en auto, aunque esta vez les llevó tres meses y medio llegar a destino. Durante los años que vivió en Esquel se transformó en una referencia nacional e internacional en la lucha contra la metodología de fractura hidráulica para la extracción de petróleo, conocida como “fracking”. Además, es un eximio conocedor de otros tipos de extracciones que involucran la contaminación del medio ambiente.
En un extenso diálogo con Cholila Online se refirió a las consecuencias que trae aparejada la extracción de arenas silíceas sobre la salud de la población del Valle Inferior del Río Chubut. Recordemos la arena se utiliza para la extracción de petróleo no convencional en el gran yacimiento de Vaca Muerta, en Neuquén.
Las canteras de arenas se encuentran en la ruta camino a Telsen, a pocos quilómetros del casco urbano trelewense. Y la planta de tratamiento se ubica en las afueras de Dolavon, sobre la Ruta 25. Transporte Rada Tilly S. A es propiedad de la familia Peralta, y si bien figura como representante Mariano Alberto Peralta, se rumorea que el exintendente de Rada Tilly, Pedro Peralta es parte del negocio. Distintas fuentes afirman que la concesión se dio en el marco de los acuerdos del sector del radicalismo que se pasó a Chubut Somos Todos el partido del ex Gobernador Mario Das Neves. De ahí también surgió la designación de Gerardo Bulacios al frente del Instituto Provincial del Agua (IPA), siendo reconocido su rol de lobbysta a favor de la megaminería en la meseta.
“Esa planta se comenzó sin una audiencia pública. Solamente con un informe de impacto ambiental de la compañía operadora, pero sin ninguna discusión, no hubo ningún tipo de evaluación de los problemas que traía”, comienza su relato Ochandio. Explica que la arena “se usa para las operaciones de fractura hidráulica. Se utiliza para mantener abierta la fractura inducidas por la presión de agua, para que no se cierre y pueda fluir el gas y el petróleo. La arena que se usa no es una arena común, no es como la de playa, que es una arena de origen calcáreo, sino que es una arena de origen silíceo, es cuarzo básicamente”.
Como se dijo, la arena es extraída de las canteras ubicadas a la salida de Trelew, camino a Telsen. De allí es cargada en camiones y llevada a la planta de Dolavon. Sobre el particular, el geógrafo advierte que en “el informe de impacto ambiental ellos (Transporte Rada Tilly S. A) minimizan todo tipo de riesgo como consecuencia de respirar ese tipo de arena. Y mencionan que el único lugar donde podría llegar a presentarse un problema es en la playa donde entran los camiones a volcar la arena”.
En cuanto a las características de la arena y por qué es peligrosa para la salud humana, Ochandio describe que “hay dos medidas (del grano de arena) que son cruciales para determinar la peligrosidad. Una se llama PM 10 y la otra PM 2,5. PM significa material particulado. PM 10 es arena menor a 10 micrones, que serían 10 milésimas de milímetro. Esa arena cuando está en el aire y uno la respira, los pelitos que uno tiene en la nariz la filtran e impiden que uno se la trague. Pero cuando la arena es menor PM 2,5 no hay filtro que la detenga. Entonces, vos la respirás, se deposita en el fondo de los pulmones, y como esas partículas tienen aristas muy filosas te van como limando los tejidos pulmonares, y produce una enfermedad que se llama silicosis, que es un tipo de cáncer”. Agrega que “esa enfermedad no se da de un día para el otro, puede demorar, 10, 20 años en manifestarse. Es decir, los camioneros que ahora están contentos porque encontraron ese trabajo, dentro de 10 o 15 años pueden estar experimentando problemas muy serios. Y no hay cura para eso. En Estados Unidos típicamente hay unas 200 muertes por año, y hay unos 7.300 casos de silicosis detectados todos los años.
¿Cuánto puede demorar la arena en llegar a la ciudad?
Con el viento patagónico en minutos, depende del viento. Estás hablando de casi instantáneo. Eso está llegando acá. Y hay poblaciones que van a estar más o menos afectadas. El problema es sobre todo con los chicos. La arena, por ser un elemento más pesado que el aire, siempre va a estar más a nivel del piso, que es donde están los chicos. Ellos son los más expuestos. Toda contaminación va primero a los chicos, y eso es lo que nos debe preocupar a todos. Y después la gente vieja, que está más débil de pulmones, la gente que tiene problemas respiratorios.
Desde ya, por peligrosa que sean para las vías respiratorias las consecuencias de la extracción de estas arenas, la cuestión no termina allí. Ochandio señala que “la arena viene mezclada con limo, barro y suciedades. No se puede usar para inyectarla dentro del pozo. A la arena la tenés que limpiar y clasificar en granos grueso, grano medio, grano fino. Podés limpiarla metiéndola en una pileta y revolviéndola y circulando agua, cosa que se lleve todo el barro hasta que la arena quede limpia. Pero eso es un procedimiento muy lento, mucho más lento que las necesidades de la industria”, comienza. Y sigue: “Entonces, ese proceso se acelera y se hace más económico en cuanto al consumo de agua mediante el uso de floculantes. El floculante típico que se usa es la poliacrilamida, que es un producto sintético. Meten la arena en un piletón grandote, le echan el floculante por arriba y eso lleva todas las impurezas, el barro, las suciedades, a la superficie. Después con una espumadera gigantesca sacan todo eso y les queda la arena limpia en el fondo. Lo repiten dos o tres veces hasta que la arena queda limpia”.
Hasta ahí el proceso de limpieza y separación de la arena, sin embargo, advierte Ochandio que “el problema es que la poliacrilamida no está determinada si efectivamente es dañina para el ser humano, pero sí se sabe que es dañina para los microrganismos acuáticos. Es decir, si volcás todo eso al río, que efectivamente eso es lo que están haciendo, no se sabe cuál va a ser el efecto. Se sabe ya de entrada que es malo para los microrganismos. Cuál puede ser la consecuencia en el río Chubut los años te lo van a decir. Pero hay otro problema, la poliacrilamida trae pequeñas cantidades de acrilamida, y además la poliacrilamida con la temperatura se puede descomponer y produce acrilamida. Y la acrilamida es un neurotóxico y cancerígeno muy poderoso. Figura en la lista de 800 productos químicos prohibidos por el estado de California porque las consecuencias que trae son muy peligrosas: parálisis de miembros, cánceres, deformaciones al cerebro”.
“El pobre río Chubut que ya viene contaminado por toda la porquería que se le larga aguas arriba llega abajo, a la zona con mayor población de la provincia, realmente en una situación muy lamentable. Con el tiempo eso puede determinar una acumulación, de las cuales no hay un estudio serio. Ni estudios que digan a lo largo del tiempo cuál puede ser el efecto de la acrilamida en las poblaciones animales o vegetales. No sabemos si vos comés un pez que pescaste en el río cuál es la consecuencia para vos”, denuncia el geógrafo.
Ochandio enfatiza que “se procedió con la instalación de una planta sin el estudio previo, sin la discusión previa, a instalar algo que no se sabe cuáles pueden ser las consecuencias en cuanto a los floculantes. Sí sabe perfectamente cuáles son las consecuencias de respirar un polvo de arena. Y sin embargo todo eso se le oculta a la población.”
Las responsabilidades de los gobiernos de turnos y legisladores
Ante este estado de cosas descripto por el entrevistado, se le consultó por los controles y la responsabilidad del estado y sus funcionarios en el asunto: “Me gustaría saber cuántas veces fue el Departamento de Seguridad Industrial o el Departamento de Higiene de la provincia a monitorear lo que está pasando en la planta. Van una vez por mes o una vez cada tanto, como cosa de procedimiento, pero vos sabés que el control no existe”.
“Todo esto yo lo denuncié en 2014, cuando se presentó la Iniciativa Popular (contra la megaminería). Le presenté una copia de todo este informe a la Legislatura en ese momento, a cada uno de los diputados. No tomaron ninguna sola acción. Después se le presentó a la Cámara actual. Ellos son conscientes de la situación y nunca tomaron ninguna acción concreta para ver qué es lo que estaba pasando”, manifiesta. Amplía señalando que su presentación a la Legislatura la efectuó cuando se enteró “de la habilitación de las canteras, antes de que se haga la planta de tratamiento. Mi preocupación en ese momento eran las canteras, no las plantas porque no sabía dónde se iba a tratar eso. Después hicieron la planta, con lo cual el problema se agravó”.
¿Qué podrían haber hecho los legisladores?
Por empezar, ir con la ley. La ley dice que tenes que hacer una audiencia de impacto ambiental y llamar a la población, explicarle que es lo que se va hacer y dejar que la población se exprese y evaluar todas las posiciones. Eso nunca se hizo.
Podrían hacer un pedido de informe al ejecutivo que explique qué es lo que está pasando. Podrían haber parado el proyecto hasta que no se haga una investigación seria de las consecuencias.