Es el cálculo que se hizo en base al monto de dinero que se desembolsó para cancelar certificados de obra y el porcentaje asignado al “retorno” que pagaban los empresarios de la construcción a los ex funcionarios dasnevistas para que se liberen los pagos.
El dato fue aportado por el fiscal de la unidad anticorrupción, Héctor Iturrióz, en diálogo con Radio Chubut.
Frente a la prédica de los empresarios de la construcción que aseguran haber sido víctimas de la figura de la concusión, el integrante del ministerio público fiscal aclaró que “para mí no son ningunos angelitos” porque sistemáticamente aceptaron el mecanismo, haciendo un paralelismo con la figura del síndrome de Estocolmo en el que las víctimas se enamoraban de los secuestradores.
Sin embargo Iturrióz defendió la figura que se encontró de la suspensión del juicio a prueba a cambio de una reparación económica, argumentando que es mejor eso que la nada como ocurrió en otras largas investigaciones, como la megacausa del banco en la que se estuvo años litigando.
Como ejemplo puso la oferta que realizó el empresario de Esquel Oscar Peña, quien a cambio de la probation pidió construir infraestructura deportiva por alrededor de 2 millones de pesos frente a retornos que habría efectivizado por 580.000 pesos.
En estas causas volvió a cobrar fuerza la forma brutal con la que se ejercía el poder en el entorno del ex gobernador Mario Das Neves, a punto tal que su secretario privado, Diego Correa, hoy detenido por la causa “Embrujo” directamente “congelaba” en el pago o en futuras licitaciones a quienes no accedían a pagar el peaje.