El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva arrojará la toalla en su batalla legal para postularse para las elecciones del 7 de octubre y permitirá que el Partido de los Trabajadores anuncie a Fernando Haddad como candidato.
Lula esperaba que el Tribunal Supremo acordara una apelación para tener más tiempo para cambiar la candidatura del Partido de los Trabajadores (PT) después de que la principal corte electoral de Brasil le prohibiera la carrera por una condena por corrupción y le dio 10 días para eliminar su nombre de las listas.
Dos fuentes conocedoras de la decisión de Lula dijeron que Haddad se convertirá en el candidato oficial con un anuncio frente a la sede de la Policía Federal en la ciudad sureña de Curitiba donde el icono de la izquierda permanece encarcelado desde abril, cumpliendo una sentencia de 12 años por recibir sobornos.
A pesar de las apelaciones pendientes ante el Tribunal Supremo, Lula ha decidido que es hora de pasarle el relevo a Haddad en el plazo establecido por el tribunal y no correr el riesgo de que el tribunal electoral anulara los votos del partido.
Lula fue presidente entre 2003 y 2010 y sigue siendo, con mucho, el político más popular de Brasil. Pero él no es elegible para el cargo bajo la ley brasileña «Clean Slate», que prohíbe a los candidatos postularse si tienen condenas que se han confirmado en apelación.
La estrategia de Lula ha sido mantener viva su candidatura el mayor tiempo posible, y luego trabajar para transferir su apoyo a Haddad, que apenas es conocido en muchas partes de Brasil.
El Sol