A uno lo persiguió y atrapó el dueño del autoservicio con el verdulero; le dieron una paliza y lo entregaron a la policía. El otro, se escondió en una maderera y allí fue detenido. Ocurrió este martes a la noche durante el partido de River y Gremio por la Libertadores. Fue en el barrio Corradi, al oeste de la ciudad.
El atraco se registró en hora cercana las diez de la noche en el autoservicio “Corradi”, de Ceferino Namuncurá casi Mosconi, cuando ingresaron dos ladrones que a punta de pistola se apoderaron de la recaudación y se dieron a la fuga.
Claro, en ese momento el propietario del negocio al que le apuntaron, ni las otras personas que estaban al lado de él se dieron cuenta que el arma era de juguete y pese a la creencia de que se trataba de una verdadera salieron igual a perseguir a los delincuentes.
A uno lograron darle alcance a unos cincuenta metros del negocio después que el malhechor se descartara del dinero que habían robado y el otro se introdujo a una maderera al ver que el portón abierto.
Allí se escondió en una oficina, pero no por mucho tiempo porque un empleado del lugar salió a la calle y lo delató haciéndole señas a un patrullero que iba pasando. A ese le secuestraron la pistola de juguete.
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