Celinda Espinosa, el 10 de noviembre, recibirá en Tecka la placa que custodió el descanso de su hijo durante 35 años, cuando sus restos eran anónimos en el Cementerio de Darwin, informó el sitio EQSNotas.
Hace poco la mujer viajó a las isla y pudo estar frente a la tumba de su hijo por primera vez luego de casi cuatro décadas, gracias a una iniciativa de la Cruz Roja y la Comisión de los familiares caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur. De este modo, Ricardo Andrés Austin, soldadito de Tecka, se transformó así en uno de los 101 soldados identificados de Malvinas.
En diálogo con el mismo portal Espinosa contó cómo fueron aquellos días de 1982 cuando su hijo viajó a la guerra con el Regimiento de Infantería 25 de Sarmiento. “Él ya estaba trabajando en el campo de peón rural cuando lo llamaron. Le tocó el Regimiento de Infantería de Sarmiento. Se fue en febrero, y a fines de marzo ya estaban viajando a Malvinas. Recibí muy pocas informaciones y me costó mucho después tener datos de él. Me avisó que les dijeron que tenían que preparar el mono y que se iban, pero no les decían adónde. A ellos les tocó viajar sin destino”, recordó.
Celinda, aseguró que cada tanto “escuchábamos unas pocas informaciones desde Tecka” por radio. Además recibía cartas en las que “me decía que ya estaba pasando algo pero él no me podía contar”.
“A lo último recibí una carta donde me decía que estaba orgulloso de estar defendiendo la patria. Falleció en combate el 28 de mayo”, lamentó, asegurando que fueron tiempos muy difíciles.
“Fui varias veces al correo a ver si me mandaban algo. Fue bastante duro lo que pasamos. Uno como mamá sin saber qué pasa. Hasta que recibí esa carta. Fue en julio, no me acuerdo bien el día. Me mandaron una notificación del regimiento de Sarmiento. El jefe me decía que había caído en combate, luchando heroicamente”.
ADN Sur