Estela, la dueña de la chacra en donde ocurrió el extraño atraco habló en exclusiva por Radio 3 AM 780 este viernes al mediodía. Lo hizo antes de enterarse que a su auto Peugeot 206 azul lo había hallado la policía en un sector del extremo oeste de Trelew: en un descampado del barrio Juan Moreira.
Los siete delincuentes que asaltaron a esta mujer y su nuera estaban armados, encapuchados y usaron guantes, por lo que no dejaron ninguna huella. Sorprendieron a las mujeres cuando estaban en el quincho por cenar; allí las redujeron, ataron con alambres y una soga; les taparon la cabeza con ropa para que no pudieran verlos, y lo que le llamó la atención a Estela fue que antes de irse, cuando ya se habían dado cuenta de que en esa parcela no vivía más el sujeto que andaban buscando, uno de ellos volvió sobre sus pasos y le pidió disculpas.
El robo a mano armada ocurrió la noche del jueves –después de las 23—en una propiedad situada a unos tres kilómetros al sudoeste de esta ciudad, en un sector en donde hay varias parcelas llamada “Chacra Montague”.
Allí vive desde hace más de quince días Estela, su marido y sus hijos. Pero el asalto lo sufrió cuando su esposo y los nenes no se encontraban con ella.
La mujer dijo que le llevaron casi 9900 pesos que tenía en el auto que le sustrajeron, y el sueldo que era de su madre. Contó, cuando se le preguntó cuál había sido la mecánica del atraco, que ella y su nuera estaban por cenar y que los ladrones “entraron como en las películas: todos agachados”.
Seguidamente, explicó que les “pusieron un arma en la cabeza, nos dijeron que no miráramos y ahí nomas encontraron una remera y un pantalón que nos pusieron en las cabezas y nos quedamos tranquilas”, dijo.
“Había uno que hacía muchas preguntas”, recordó, “y lo que buscaban era plata y fasos (cigarrillos de marihuana), que me preguntaban dónde tenía, pero yo les decía que no tenía, que no hace mucho que vivo en esta chacra…”, agregó.
–Y ellos preguntaban por el dueño anterior. Se le acotó. “Claro. Y cuando les dije que hacía dos semanas que estaba acá, ahí se dieron cuenta de que se habían equivocado de personas. Entonces me pidieron que les diera plata y me decían: ´Vivís en una chacra cómo no vas a tener plata o un arma´. Así que les di las llaves del auto y la plata con el sueldo de mi madre para que se fueran”, contó.
Luego, Estela detalló que además del auto y el dinero los delincuentes le llevaron “una pava eléctrica, perfumes, zapatillas, un taladro. Un destornillador eléctrico, anillos, cadenitas; una bomba de agua y otras cosas”. Dijo que los observó “muy tranquilos”, por lo que pensó que no era la primera vez que cometían un robo de esas características. Y hasta cree que alguno “conocía el lugar”, que ya había estado antes en la chacra.
Se le consultó si a ella o a su nuera la habían golpeado. “No. Solo nos hicieron agachar la cabeza y había uno que nos tranquilizaba”, destacó. Contó que las redujeron colocándolas debajo de la mesa del quincho en donde habían sido sorprendidas cuando estaban por cenar, “y nos ataron las manos con alambre y unas sogas”, acotó.
Subrayó que los asaltantes estaban todos encapuchados y con guantes y recordó que el asalto duró unos veinte minutos. “No se fueron hasta que les entregué el auto y la plata”, dijo y como dato curioso, Estela recordó que cuando se estaban yendo uno de los ladrones, el mayor de todos, regresó y le pidió disculpas. “Me dijo que no era la persona que ellos andaban buscando. Ahí me tiró la documentación en el piso, agarraron el coche y se fueron”.
“La Brigada no quiere trabajar”
Alfredo es otro vecino de ese sector de la zona rural que también fue victima de la delincuencia. Al hombre le robaron una yegua a punto de parir primero y después le llevaron varias herramientas y, según comentó, en ambos casos logró llegar al lugar en donde les tenían ocultas sus cosas los delincuentes, pero pese a que entregó la información a la Brigada de Investigaciones hasta el día de hoy nadie se ha movido para darle una respuesta, para recuperarle sus pertenencias.
Él aprovechó que este medio andaba indagando sobre el atraco de Estela, para denunciar esta inacción de la policía. A Alfredo le llevaron “sierras de cortar leña, una soldadora eléctrica, una hidrolavadora” y otras varias herramientas en un hecho que ocurrió hace ya una semana.
“Yo le di a los policías la información del lugar en donde tenían la máquina de cortar césped, hice la denuncia; me dijeron que iban a derivársela a la Brigada. Fui a hablar con el segundo jefe de la Unidad Regional el 4 de diciembre, a las ocho de la noche, él llamó a tres hombres de la Brigada de Investigaciones, me tomaron la denuncia, sacaron fotos y todo, pero hoy (por el viernes) llamé a la Brigada de Investigaciones y me contestaron que no conocen el tema”, contó.
“Esto es tierra de nadie”, se quejó más adelante. “Yo no tengo ni una gomera, pero estoy pensando en comprarme algo y dejarlos ahí: que salgan con los pies para adelante”, sentenció Alfredo, en clara referencia a que buscara armarse para evitar que le sigan robando en su chacra.
Fuente: Radio 3