Según el subjefe de Policía, el comisario retirado Néstor Gómez Ocampo, la escapatoria que ocurrió la noche del 31 no se dio en medio de un intento de amotinamiento, sino como se publicó en este portal de noticias; durante un movimiento de entre 4 o 5 reclusos del pabellón a la sala de visitas para allí compartir alimentos y bebidas sin alcohol que los familiares les habían traído para “festejar” la llegada del año nuevo.
“En momentos en que a algunos detenidos los familiares les trajeron algunos elementos para consumir y bebidas sin alcohol, como a las 23 horas (del 31) aproximadamente, el jefe de la Alcaidía recibe estas cosas y opta para que las compartan entre ellos, entonces se los saca el pabellón, acomodan una mesa y los dos (prófugos) aprovechando esta circunstancia de descuido que estamos investigando, acceden a un lugar que les permite rápidamente salir del edificio”, explicó Gómez Ocampo.
Se decía que huyeron por la celaduría, que rompieron el vidrio de una ventana y que por ahí escaparon: ¿fue así? Se le consultó. “Sí, sí. En ese movimiento que hicieron (con los otros presos) les permitió correr e ingresar rápido a la celaduría y rompiendo solo un vidrio lograron salir a un patio para –sin demasiada planificación—fugarse del lugar”, ratificó.
¿Esa ventana no está enrejada? Se insistió. “No. Porque de hecho ahí no debería acceder ningún detenido; es un espacio que usa para controlar y es de guardia a la vez. Es un lugar al que no acceden los detenidos”, insistió, “pero usted ya sabe como es; si no hay controles adecuados pasan estas cosas”, reprochó.
Más adelante Gómez Ocampo aseguró que Huenumán y Uranga se encuentran aún en Comodoro, cuando se le preguntó si podía ser valida esa versión en la que no se descartaba que los fugados pudieran haber escapado hacia Trelew. “No tenemos versiones de que hayan salido de la ciudad”, dijo e insistió que la fuga no fue planificada: “Les surgió la oportunidad y la aprovecharon”, acotó.
Algunos datos sobre los evadidos. Guenuman tiene un tatuaje en el brazo izquierdo y en la mano derecha que dice “Maleo” y que finaliza con una pequeña corona. Mide un metro setenta, tiene una contextura física mediana, el cutis trigueño y posee cabello negro; se lo pudo haber teñido.
En cuando a Uranga se conoció que mide un metro setenta, que es de contextura física mediana, que tiene cutis trigueño y pelo negro. Posee un tatuaje en el antebrazo izquierdo que reza “Silvia” y otro en la muñeca derecha. En la muñeca izquierda tiene tatuadas unas letras.
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