«Nole» tuvo una actuación magistral y se impuso ante el español por 6-3, 6-2 y 6-3. El número uno del mundo sumó su séptimo título en Melbourne y el 15° Grand Slam de su carrera.
No le dio oportunidades. Novak Djokovic dio una lección de tenis y derrotó a Rafael Nadal para consagrarse campeón del Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada.
El serbio, que ya tenía asegurado seguir como número uno del ranking sin importar el resultado de la final de este domingo, fue contundente y se impuso ante su escolta en la clasificación por 6-3, 6-2 y 6-3 , en un partido que duró dos horas y seis minutos.
Su triunfo marcó un récord: llegó a su séptima consagración el Abierto de Australia y se convirtió en el tenista más ganador de la historia en Melbourne. Con seis coronas quedaron Roy Emerson y Roger Federer. Fue, además, el 15° título de Grand Slam en la carrera del tenista de 31 años.
El desarrollo del encuentro no se ajustó a lo que prometía la previa y la historia de ambos. El duelo decisivo en Melbourne enfrentaba a los dos mejores tenistas de la actualidad, quienes habían tenido un camino impecable en el certamen.
Fue la contracara de aquella maratónica final que ambos habían protagonizado en Australia en el 2012. En aquella ocasión también se impuso Djokovic, pero luego de un partido que duró cinco horas y 53 minutos y que significó el encuentro decisivo más largo de la historia en un Grand Slam. Esta vez, «Nole» volvió a ganar, pero con un trámite casi «express».
La primacía de Djokovic se estableció desde el primer set. Con un tenis sólido y casi sin fisuras en todos los aspectos del juego, sobrepasó a un Nadal contrariado. «Nole» solo perdió un punto con su saque en un parcial que ganó por 6-3.
El segundo parcial mostró un desarrollo similar. El número uno del mundo no flaqueó ni le dio chances a su rival de tener un atisbo de recuperación. Quebró dos veces y se impuso por 6-2.
La intensidad se sostuvo. El español nunca encontró la manera de dañar a un serbio cuya única señal de «debilidad» se vio en el quinto juego del tercer set. Fue recién en ese momento cuando Nadal tuvo la primera chance de quebrar del partido, pero Djokovic sacó a relucir su mentalidad ganadora para evitarlo y llevarse el game. Finalmente, cerró el parcial por 6-3 y le puso punto final al encuentro.
A pesar del resultado de la final, Nadal tuvo un torneo sensacional. Su desempeño tiene mucho más valor si se tiene en cuenta que venía de casi cuatro meses de inactividad por diversas lesiones que lo habían marginado del circuito.
Fue el 53° enfrentamiento entre Djokovic y Nadal. Con su victoria, el serbio estiró su ventaja a 28-27 en duelos cara a cara ante el español.
«Nole», además, confirmó que está en un nivel superlativo y que sostiene el envión de la segunda parte del 2018. Este título en Australia significa su tercera corona de Grand Slam de manera consecutiva, tras haberse alzado con los trofeos en Wimbledon y US Open del año pasado.
Infobae