Luego de una semana en la que subió más de un peso, el dólar arrancaba bajando 12 centavos, a $ 42,75, según el promedio del Banco Central. En el Nación cotizaba a $ 42,60, unos 15 centavos menos que el viernes.
Por su parte, el mayorista (donde operan los bancos, grandes empresas y el BCRA y que luego incide en el minorista), bajaba 18 centavos, a $ 41,61. El riesgo país subía 9 puntos, a 775 unidades.
El Ministerio de Hacienda volverá este lunes y martes a financiarse en el mercado colocando títulos en pesos y dólares que vencen antes de las elecciones. En esta ocasión, licitará Letras del Tesoro (Letes) a 210 días y Letras ajustables por CER (Lecer) a 185 días, y reabrirá Letras Capitalizables (Lecap) a 91 días.
La licitación se hará luego de que el viernes la Bolsa porteña retrocediera casi 4% y el dólar minorista subiera 85 centavos, a $ 42,86, en una jornada con los principales mercados internacionales operando en baja y las monedas emergentes en alza.
La prioridad del Gobierno es mantener el tipo de cambio lo más tranquilo posible hasta las elecciones. Para esto, la herramienta que usa el BCRA es la tasa cada vez mayor de las Leliq, a lo que desde abril se sumarán los US$ 60 millones que venderá diariamente el Tesoro.
En el Gobierno aceptan que serán cruciales los próximos datos de inflación para ver qué pasa con las altas tasas: reconocen que marzo y abril no mostrarán una desaceleración sensible del IPC, y ponen todas las fichas en mayo. El problema con la inflación es que puede mover a los ahorristas a exigir más tasas a los bancos para renovar sus plazos fijos y sino pasarse directamente al dólar.
La semana pasada hubo además dos hechos puntuales que pudieron incrementar la demanda de dólares: un pago por el equivalente a US$ 700 millones de un bono atado a tasa Badlar, y el desembolso de un cupón del Bono de Política Monetaria.
Por otra parte, más allá de los instrumentos que tiene el Gobierno para atacar al dólar, lo que no puede manejar es lo que ocurre en el exterior. Y el viernes, precisamente, hubo un retroceso importante de las monedas emergentes contra el dólar que también pegó en Argentina.
Además, se terminó de disolver el optimismo que había despertado el anuncio de la Reserva Federal de que no habrá nuevas subas en las tasas durante 2019.
Clarín