En el marco de la conmemoración del día de la memoria, la verdad y la justicia se realizó un acto en la plaza Guillermo Rawson. Se ofrecieron ofrendas florales en memoria de Myrdin Evans, Elisa Elvira Cayul, Juan y José Esteban Cugura.
El acto fue encabezado por el secretario de Gobierno Municipal, Nicolás Souza y la Subsecretaria de Derechos Humanos provincial, Carla Sánchez Galindo, en conjunto con los familiares de las víctimas de la dictadura. Participaron además banderas de ceremonias de las escuelas 178, María Auxiliadora y Don Bosco, y el padre Juan Nota, quien realizó la invocación religiosa; junto a vecinos de la ciudad que se acercaron a esta conmemoración.
Las ofrendas florales fueron colocadas a los pies de las placas que recuerdan a los hermanos José Esteban y Juan Oscar Cugura, a Elisa Elvira Cayul; y a Myrddin Evans, cuyo recordatorio está ubicado sobre la calle Mariano Moreno, frente al Palacio Municipal.
Mario Cugura, hijo de José Cugura y Elisa Cayul, ambos desaparecidos por la dictadura, agradeció a los presentes por acompañar en esta fecha tan particular “todos los años son sensaciones diferentes, -dijo- pero el ver a los chicos de las escuelas que se acercan, tener una semana entera para poder transmitir la experiencia que uno vivió, me hace sentir bien y recordar con mucho amor a mis viejos”.
Aprovechó la ocasión para agradecer a sus tíos Elisa y Chupete, “que son mis padres, -agregó- porque son quienes me criaron, y lo hago extensivo a mis tíos Antonio, Anita, Marina, que nos enseñaron a no odiar y a querer. Mis viejos están orgullosos, porque ellos siempre están presentes”
Por su parte, María Rosa Evans, hija de Myrdin Evans, asesinado por las Fuerzas Armadas, agradeció también a los alumnos y directivos de las escuelas presentes. “Sueño con que un día –contó- esta plaza cuente con todas las banderas de las escuelas; ese día va a significar que hemos trabajado entre todos, comunidad y docentes, para que realmente se entienda lo significativo que tiene esta fecha”.
En la ocasión, María Rosa Evans dijo que “toda esta semana es dolorosa para quienes vivimos situaciones de estas características” y leyó para todos los presentes una poesía de Paco Urondo, “alguien que también murió bajos las balas asesinas” –dijo-.
Del evento participaron además: el subsecretario de Educación, Paulo Casutti, y el subsecretario de Desarrollo Agropecuario y Agregado de Valor, Pablo Muñoz, la secretaria de Familia y Promoción Social, Vanesa Freeman, el secretario de Obras y Servicios Públicos, Alexis Oficialdegui, el Presidente del Concejo Deliberante, Daniel Boillos, los concejales María Laura Nievas, Federico González, Sebastián Curtale y demás funcionarios provinciales, municipales y autoridades de entidades intermedias.
Los protagonistas que ya no están
José Esteban Cugura y Elisa Elvira Cayul son los padres de Mario, Marcelo y Mariano Cugura. José había nacido el 19 de abril de 1950 en Esquel, y Elisa el 21 de diciembre de 1947 en Río Grande, Trevelin (Los Cipreses). Ambos militaban en el PJ y Montoneros.
José fue secuestrado el 10 de octubre de 1977 en la estación de tren Pereyra Iraola, en cercanías de La Plata y permaneció detenido en el Centro Clandestino de Detención Puesto Vasco y en el Pozo de Arana.
Elisa fue secuestrada el 23 de noviembre de 1977 en la pensión que habitaba en Avellaneda. Estaba embarazada de dos meses y medio. Estuvo detenida en el Pozo de Arana y en La Cacha. Según testimonios de sobrevivientes, fue retirada del Centro Clandestino de Detención entre el 18 y 19 de junio de 1978 con trabajo de parto.
Juan Oscar Cugura, nacido en Esquel el 7 de junio de 1946, fue secuestrado en 1977, un día después que su hermano. De profesión carpintero, se había mudado a Rawson de chico. Militaba en el PJ y estaba en pareja con Olga Noemí Casado. Juan fue asesinado el 11 de octubre de 1977 en la vía pública en la ciudad de La Plata, cuando había salido en búsqueda de su hermano. Olga fue secuestrada el 22 de noviembre de ese mismo año en la misma ciudad. Estaba embarazada de siete meses. Por testimonios pudo saberse que permaneció detenida en «La Cacha» y «Puesto Vasco» y que dio a luz entre enero y febrero de 1978.
En cuanto a Myrddin Evans, el 25 de marzo de 1976 volvía de su lugar de trabajo, la ex fábrica Prenyl en su vehículo particular, como lo hacía todos los días, por la calle Moreno de la ciudad de Rawson. Al llegar a la intersección con Vacchina, frente a la Plaza Guillermo Rawson, comenzaron a dispararle integrantes de las Fuerzas Armadas que se encontraban apostados en distintos puntos. En el lugar, dos cadetes de la Policía de la Provincia pretendieron ayudarlo, pero fueron impedidos por las fuerzas militares. Myrddin se desangró en el auto y falleció al llegar al Hospital Santa Teresita. Los 16 impactos de bala quedaron como testigos del injusto y feroz ataque.