Guido Sandleris Presidente del Banco Central
La entidad monetaria adjudicó LELIQ con un rendimiento promedio de 56,765% anual, con alza de 4,9 puntos porcentuales. El dólar cae 3,4%.
En lo que significó una novedad en la estrategia del Banco Central para calmar al mercado de cambios, la entidad desdobló este viernes la habitual licitación de Letras de Liquidez (LELIQ), para «mejorar la señal de política monetaria y calibrar con más precisión la liquidez del sistema», según comunicó la entidad.
Este viernes enfrenta vencimientos de LELIQ por $185.000 millones y en la primera subasta, minutos antes del mediodía, adjudicó 104.865 millones de pesos. Antes de las 15 realizará la segunda licitación.
La señal contundente llegó por el lado de las tasas, con un incremento de 4,9 puntos porcentuales en el día, a un promedio de corte 56,765% anual. También se amplió el rango entre la a tasa máxima adjudicada, de 59,8989% anual, y la tasa mínima, de 52 por ciento.
Se trató del mayor aumento de los rendimientos desde el 28 de septiembre, cuando en medio de la transición entre las LEBAC y las LELIQ como instrumento de política monetaria la tasa subió cinco puntos porcentuales, a 65% anual.
Con este movimiento, la entidad que preside Gudio Sandleris debió desandar todo el agresivo recorte de los tipos de interés que había activado en febrero, frente a la evidencia de una aceleración de la inflación y, ya en marzo, con la respuesta alcista del tipo de cambio a máximos históricos.
La tasa de política monetaria volvió así al nivel del pasado 23 de enero.
«Las expectativas de inflación ahora están apuntando más a 35% anual, un 3% mensual, y es difícil que se baje. Si hay más inflación y más devaluación, no es un ’28 D’, pero hay un salto de las expectativas sobre las que el Central debe actuar», dijo a Amilcar Collante, economista de CESUR (Centro de Estudios Económicos del Sur).
El analista Ruben Ullúa indicó a Infobae que «el movimiento del tipo de cambio ya se dio, lo van a intentar frenar a estos niveles y esta suba de tasas es una respuesta a ello: va a apaciguar las aguas y vamos a mantenernos en un dólar más estable en las próximas semanas. Lo veo fluctuando en un rango de 40 a 41 pesos en el corto plazo».
Desde Portfolio Personal Inversiones advirtieron que «la combinación de prudencia monetaria del BCRA e incremento del riesgo país y dólar refuerza el escenario ascendente de tasas pasivas, buscando retomar el crecimiento de los plazos fijos», debido a que «en febrero, la renovación de plazos fijos fue la menor desde octubre de 2018 explicado por la fuerte baja de tasas».
Por este motivo, es de prever un pronto aumento de los retornos por depósitos a plazo fijo. Hoy la tasa promedio en bancos privados asciende a 35,26% anual para depósitos a plazo fijo a menos de 60 días, a y a 36,56% para depósitos de más de un millón de pesos (Badlar). Es una rentabilidad menor a 2,5% mensual e inferior a la inflación prevista en el corto plazo.
«Estas tasas de LELIQ son 20 puntos por encima de la inflación esperada, pero el mercado mira toda la curva de tasas del sistema financiero y recién este rango permite tener una tasa real positiva razonable para el inversor de la calle. Con el recorte de febrero las tasas de plazo fijo se fueron a cerca del 30% anual y por eso hubo un traspaso al dólar», describió Ullúa.
«No significa que estas tasas sean atractivas para la economía, por su consecuencia recesiva, pero al menos permiten que la demanda del dólar baje y se estabilicen las expectativas», acotó.
Amilcar Collante explicó a Infobae que «hubo una subestimación de la ‘tariflación’, es decir el pass trough (traslado a precios) que genera la suba de tarifas al resto de la economía». Añadió que «hay un efecto de segunda ronda cuando sube el dólar, porque incide en otros precios. Quizás el Gobierno va a tener que mover algún precio regulado».
El analista de CESUR consideró que la provisión de divisas que puede aportar el Tesoro al mercado de cambios y las liquidaciones del agro permitirán en próximas semanas equilibrara la oferta. Por eso, afirmó que «el Gobierno necesita un puente para atravesar este hueco en el mercado de cambios hasta que ingresen más divisas».
Ruben Ullúa comentó que «el exportador, cuando se generan estos movimientos tan bruscos con el dólar, suele retener el producto hasta que se estaciona el tipo de cambio. Como lo está haciendo el BCRA, a fuerza de tasas de interés y un dólar a este nivel, va a generar liquidaciones. Es de prever más calma cambiaria que de exacerbación de precios».
Infobae