En el marco del día del investigador científico, los autoconvocados del Centro Nacional Patagónico en Puerto Madryn llevaron adelante una jornada de lucha. Reclamaron la ampliación de los ingresos al Conicet, aumento del presupuesto para ciencia y técnica, el ingreso de los CPA designados, y rechazaron los bajos salarios y los “controles asfixiantes” al personal administrativo.
Al pie del Monumento a la Mujer Galesa hubo una volanteada, una mateada y un debate sobre la realidad del sector. La idea fue que la comunidad se interiorice del trabajo que se lleva adelante. “En el sector científico nos sentimos en pie de lucha y resistencia”, dijo Rolando González José. “Los ingresos a carrera del investigador científico suman 450 personas e implica que 2.050 doctores, formados con fondos públicos, se quedan sin trabajo”.
El investigador advirtió que los investigadores tendrán el mismo destino de los científicos en los 90: “Muchos nos tuvimos que ir. Se los está invitando a que vayan a Ezeiza y a que todo ese capital humano lo disfruten las economías centrales que los recibirán con los brazos abiertos. Es una inversión inmensa que terminará beneficiando a los países centrales”.
González José planteó que en las decisiones “los gobernantes nos dicen ´queremos seguir vendiendo soja y apostando a que el precio del barril de petróleo vaya para acá o para allá, que los satélites nos lo vendan en vez de fabricarlos nosotros´”. El investigador comentó que “en el CENPAT tenemos una sangría de gente; se colapsa el horizonte demográfico y los proyectos estratégicos”.
Diario Jornada