En la causa está acusado el extitular de la delegación Comodoro Rivadavia de Vivienda, Abel Reyna. Testimonios versan sobre cohecho, favores sexuales y legajos inventados por las casas.
Varios testigos sostuvieron que la delegación del Instituto Provincial de la Vivienda de Comodoro Rivadavia, poseía un sistema en paralelo al oficial durante la gestión de Abel Reyna al frente de ese organismo.
Ello se escuchó en la segunda jornada del juicio oral y público contra Reyna, exresponsable del IPV local. La primera testigo fue una persona que ofició de testigo de actuación. El segundo fue Nelson Turrillo, exgerente general del IPV, quien se refirió a una nueva normativa que tendía a la descentralización de las delegaciones del IPV en la provincia que les deba una mayor autonomía. También mencionó que se actualizó el padrón de datos, de postulantes, en todas las delegaciones de la provincia. A mayor necesidad social, mayor puntaje.
Una vez publicado el listado de postulantes en los medios todas las impugnaciones se contestan de manera legal, agregó. Asimismo, declaró sobre el caso puntual de la vivienda entregada a cambio de favores sexuales. Seguidamente se escuchó a una empleada de maestranza del IPV local que recordó que en la época en que estaba Reyna.
Paralelo
Varios empleados del IPV local fueron contestes en que en esa época habían armado un ente paralelo. Recibían a “parientes, amigos y entenados”, detalló una gacetilla de la Fiscalía. Uno de los testigos dijo que lo habían sentado junto a Reyna y Acosta y que si quería participar del negocio que tenía que seleccionar a los petroleros que tenían sueldo. Desde Rawson estaban enterados de todas estas cosas y que “eran todos una asociación ilícita”.
Todos los testigos empleados declararon que les habían sacado las cosas, que los habían mandado a la cocina, que les habían sacado las computadoras y que no tenían con qué trabajar. Que veían todas las maniobras y toda la organización paralela.
Declaró un testigo que había sido de identidad reservada que había pagado 80.000 pesos a Acosta y que al poco tiempo le habían dado la vivienda. Y que luego le dijeron que eso no era regular y entonces se presentó en la Fiscalía.
Luego una testigo que impugnó los 81 legajos de las viviendas del barrio Gas del Estado y le explicó a la jueza todos los casos de ese barrio, que ninguno tenía el puntaje que había alcanzado ella. Recordó que habían manipulado los puntajes, que había gente que estaba acumulando puntos desde que había nacido y que eso hablaba de la manipulación de los legajos.
Sumarios
Ese IPV paralelo lo manejaba Reyna con esas personas a las que él les había dado cargos, coincidieron los testigos Ortiz, Batistina y Echegaray.
Otra testigo fue con una carta de recomendación de un pediatra, la había atendido Reyna y al poco tiempo le adjudicaron una vivienda, detalló la Fiscalía comodorense.
El defensor Guillermo Iglesias, por su parte, interrogó a todos los testigos y con los empleados intentó sacar a relucir sumarios administrativos que habían tenido. Ortiz y Echegaray confirmaron que habían tenido sumarios y que los habían suspendido y habían pagado por ellos, pero que todavía se encontraban trabajando en el Instituto. El testigo Echegaray dijo que el extitular del Instituto de la Vivienda de la provincia, Ricardo Trovant, sabía de todas estas circunstancias.
Diario Jornada