La conmemoración de esta fecha, declarada por el Gobierno de la Provincia del Chubut en 1987, homenajea a José María Castro, investigador destacado del INTA, fallecido un día como hoy de 1985.
Abocado a estudiar las problemáticas de suelo, Castro desarrolló múltiples tecnologías aplicadas a la preservación de los recursos naturales y al aumento de la producción forrajera.
Nacido en Golondrinas – al noroeste de nuestra Provincia – Castro desarrolló tecnologías de conservación de suelos, relevamientos de erosión y prácticas productivas de aumento de la producción forrajera. Su accionar fue ampliamente remarcado por múltiples productores de la región y numerosas organizaciones científicas y técnicas de nuestro país. Por ello, se conmemora el 17 de mayo como el Día Provincial de la Conservación de Suelos en homenaje a la indiscutible huella en la investigación trazada por el agrónomo.
El reconocimiento a Castro se convirtió en conmemoración anual tras la declaración realizada por la Honorable Legislatura Provincial en el año 1987, y año a año lleva a la reflexión acerca de las transformaciones – en el curso de los últimos años – del concepto de conservación de suelos hacia coordenadas asociadas al desarrollo sostenible que imprime actualmente la visión actual de la institución.
El énfasis sobre la problemática del suelo en la Patagonia, trazada por la generación de agrónomos como José María Castro, impulsa al INTA en el desarrollo de tecnologías ligadas a la recuperación de áreas degradadas por distintas actividades que afectan a los pastizales naturales, y dejan a los suelos propensos a la erosión. El mejoramiento de las prácticas de fijación de médanos, la plantación de arbustos y las distintas tecnologías para hacer frente al impacto de la actividad petrolera, son algunas de las líneas de trabajo que actualmente se llevan adelante.
En sus inicios las tecnologías de desarrollo solicitadas al INTA fueron la detención de médanos y el acopio de aguas a través de aguadas y tajamares. Con posterioridad se desarrollaron las tecnologías de manejo extensivo como la evaluación forrajera y planificación predial, las que encontraron en las tecnologías de teledetección un fuerte apoyo.
El desarrollo sostenible, acuñado como la “posibilidad de satisfacer necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras”, surge a partir de la demostración conceptual y científica de que la especie humana comparte no solo entre sí misma sino con los demás seres vivos y elementos abióticos un sistema planetario único y completamente interrelacionado.
Este nuevo concepto impulsa en el INTA el desarrollo de tecnologías ligadas a la remediación ambiental en áreas afectadas por la actividad petrolera y minera y en el aprovechamiento de efluentes urbanos e industriales. En la producción ovina, se enfatiza el monitoreo agroambiental, la ecocertificación y el desarrollo de técnicas de valorización del ambiente y los servicios ecosistémicos.
Sin embargo, debemos reconocer que el desarrollo sustentable no será posible si no se interviene en el crecimiento económico y el mercado de consumo, dos paradigmas del desarrollo convencional reemplazándose por valores y acciones de equidad social y conservación de los recursos naturales.
Teniendo en cuenta las potenciales inclemencias climáticas, y considerando que el 90 % de la superficie del territorio provincial es árido, a la responsabilidad de cada productor deben acompañarse políticas públicas activas que, desde el Estado, aseguren la conservación y restauración de este recurso indispensable para el desarrollo de la Provincia.
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