Por primera vez en la historia más de la mitad de la población del planeta tiene acceso a Internet. Concretamente 3.800 millones de personas, el 51% de toda la humanidad. La cifra representa un crecimiento del 6% frente al año anterior pero apunta también a una tendencia clara de ralentización de este crecimiento. Cada vez cuesta más encontrar nuevos usuarios y aunque China e India son ahora los líderes indiscutibles de la red, grandes partes de Asia y África continúan desconectadas.
Es la principal conclusión del Informe Anual de Tendencias de Internet, un documento que la analista Mary Meeker elabora desde desde 1995 y que sirve para tomar el pulso a los diferentes comportamientos de los internautas. Con los años, el informe se ha convertido en la mejor referencia a la hora de analizar los vectores de crecimiento de la economía digital y ha llevado a Meeker a ganarse el apodo de «reina» de Internet por su capacidad para capturar el sentimiento y las grandes transformaciones en los patrones de uso.
La edición de 2019, por ejemplo, destaca el papel cada vez más relevante del comercio electrónico, que ahora representa el 15% de todo el comercio minorista mundial y que, aunque también se ralentiza, sigue creciendo a mejor ritmo que el comercio tradicional.
También destaca la mayor inversión publicitaria en la red, especialmente en EE.UU., donde las compañías han invertido más de 100.000 millones de dólares durante el último año. Facebook y Google continúan siendo el destino preferido de los anunciantes, pero Meeker apunta a que su posición podría estar debilitándose. Amazon y Twitter han conseguido robar cuota de mercado a estos dos gigantes a lo largo de este año.
Para las empresas este aumento en publicidad puede ser clave a la hora de captar nuevos usuarios. El coste de adquisición, la cantidad que deben invertir para conseguir un nuevo cliente, está también creciendo, y pronto superará el límite que hace viable a muchas startups. Para servicios de suscripción como Spotify o Zoom (una aplicación de videoconfrencia), este dato es especialmente significativo y preocupante.
Meeker apunta también a un aumento considerable en el número de jugadores de videojuegos en todo el mundo. Más de 2.400 millones de internautas, un 6% más que en 2019, jugaron a un videojuego en 2018. Los juegos se están convirtiendo en una experiencia social, además, con títulos como Fortnite que aglutinan no sólo a millones de jugadores sino también a audiencias cada vez mayores que se contentan con ver a otras personas jugar en directo.
Pero lo más interesante del informe, tal vez, sea la forma en la que el crecimiento en usuarios procedente de regiones asiáticas y la evolución de las herramientas sociales está cambiando la forma en la que usamos la red.
Hay dos tendencias claras. La primera es el auge de los servicios de vídeo, en especial los servicios de vídeo corto como los formatos de historias de Instagram o Facebook. El consumo de contenido en estas herramientas se ha duplicado en el último año.
Meeker apunta en su informe que esta explosión en el uso del vídeo es indicativa de una sociedad que cada vez pone más énfasis en la imagen que en el texto y recoge una frase de Kevin Systrom, cofundador de Instagram, que resume este sentimiento: «La escritura fue un parche, un desvío. El lenguaje pictórico fue la forma en la que los humanos empezamos a comunicarnos y ahora estamos volviendo a ella», asegura Systrom.
El segundo, y tal vez más importante, es que la red es cada vez menos homogénea. Esta es una tendencia que ya se apuntaba en años anteriores, pero que cada vez resulta más evidente. Internet no es lo mismo para un usuario chino que para uno brasileño o estadounidense
Las herramientas que usamos a diario como parte de la experiencia de la red varían de región en región por motivos políticos, económicos y sociales y eso está creando experiencias paralelas y patrones de uso diferentes. Somos más de 3.500 millones de internautas pero cada vez cuesta más encontrar lazos que nos unan.