Luego de que seis personas murieran en Estados Unidos por enfermedades respiratorias que estarían vinculadas al consumo de cigarrillo electrónico, médicos argentinos volvieron a alertar sobre los riesgos del vapeo. Además, desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) pidieron a los especialistas que estén atentos al uso de este dispositivo y a los síntomas que puedan experimentar sus pacientes. Por último, advirtieron que, a pesar de la prohibición de la ANMAT, se vende libremente.
En un comunicado, la AAMR resalta que las muertes estuvieron relacionadas con el uso de cigarrillos electrónicos así como los casos de enfermedades respiratorias graves, que ya alcanzaron los 450. “Se trata de pacientes en su mayoría jóvenes y previamente sanos que desarrollaron una enfermedad pulmonar grave. Tanto el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) se han involucrado en la investigación de estos casos y emitido una fuerte advertencia a la población sobre el riesgo del uso de estos dispositivos”, señala el documento.
El cigarrillo electrónico tiene una batería que sirve para calentar un líquido y transformarlo en un vapor que vehiculiza sustancias. “La solución líquida está compuesta por nicotina y saborizantes que al calentarse no solo genera aerosoles de nicotina sino otros productos químicos que resultan tóxicos (carcinógenos) para la salud”, explican los expertos de AAMR. Y agregan: “La inhalación directa o de segunda mano de humo o aerosoles generados por Dispositivos Electrónicos de Liberación de Nicotina (DELN) representa una amenaza a la salud respiratoria”.
La tabacóloga Cristina Borrajo, ex presidenta de la AAMR y directora del departamento de Tabaquismo de la Asociación Latinoamericana de Tórax, destacó la seriedad de los resultados e indicó que, en esos casos, “se descartaron todas las causas infecciosas posibles y que lo único que encontraron en común entre los jóvenes afectados fue el cigarrillo electrónico”.
“Esperábamos que algo así sucediera porque sabemos que no es inocuo pero se dio en un tiempo muy corto”, remarcó Borrajo, quien encontró dos explicaciones al respecto. “Por un lado, tiene que ver con que su uso se volvió masivo. Y, por el otro, con que los dispositivos modernos son aún más nocivos que los que se usaban al principio por la temperatura que alcanzan”, sostuvo Borrajo quien aseguró que el problema tiene que ver con que “nadie controla” que la disposición de la ANMAT se cumpla. Y destacó que el 1% de los argentinos vapea y que no está claro qué consumen ya que algunos preparan en forma casera los líquidos sin contemplar el riesgo que esto implica.
Guillermo Espinosa, presidente de Asociación Argentina de Tabacología, se manifestó en contra de la normalización que intentan hacer la industria tabacalera sobre el cigarrillo electrónico. “Las publicidades lo muestran como inocuo y esto favorece el inicio del consumo en jóvenes. Ya en Argentina entre el 6% y el 9% de los menores de 18 lo utilizan. Y ya estamos viendo que en otros países está generando mucho daño”, advierte.
Más de 10 sociedades médicas internacionales también advirtieron sobre el peligro de la publicidad y destacaron que “ningún análisis científico demostró que los DELN sean efectivos para dejar de fumar”. “Vemos con absoluta preocupación el avance de la industria tabacalera en el desarrollo de nuevas formas de consumo de tabaco, que distan mucho de ser seguras y que no han demostrado eficacia para dejar de fumar. Utilizan una falacia, que es comparar los nuevos dispositivos con el cigarrillo convencional que, como sabemos, es el producto de consumo legal más letal que existe”, sumó Daniel Buljubasich, también ex presidente de AAMR.
La ANMAT fue consultada por este tema pero no dio respuesta. En tanto, desde la Policía de la Ciudad confirmaron que cuentan con la división Delitos contra la Salud y la Seguridad Personal que trabaja en forma articulada con la Unidad Fiscal especializada en materia Ambiental de la Ciudad para erradicar el comercio de estos dispositivos. Según pudo averiguar Clarín, el último operativo se hizo el 15 de agosto. Ese día se realizaron cuatro inspecciones simultáneas en Once y se secuestraron 1.100 cigarrillos electrónicos y 436 esencias prohibidas.