El kirchnerismo introdujo su cepo cambiario el 28 de octubre de 2011, cuatro días después del triunfo electoral con el 54% de los votos a nivel nacional, y fue incorporando paulatinamente nuevas restricciones a lo largo del tiempo.
El control de cambios limitó en los hechos el acceso a dólares para atesoramiento. Los ahorristas solo podían acceder al mercado cambiario oficial con un monto variable y aleatorio mensual que era definido por la AFIP. El organismo nunca explicitó los cambios.
A su vez, el ente recaudador añadía una percepción adicional del 20% sobre ese monto. Para quienes estaban alcanzados por el impuesto a las Ganancias, ese monto era tomado a cuenta de ese tributo, mientras que quienes no pagaban ese impuesto podían solicitar la devolución ante la AFIP. En los hechos, gran parte de la devolución de ese impuesto al dólar ahorro se concretó luego de que Cristina Kirchner dejara la Casa Rosada.
Las diferencias entre el cepo kirchnerista y el actual
El cepo instalado ayer por la administración de Mauricio Macri, en cambio, dispuso que sólo se puede comprar hasta US$200 por mes, sin la necesidad de pagar impuestos o cargos extra.
En el caso de las empresas, el cepo kirchnerista disponía un acceso más acotado al mercado de cambios y se veían impedidas de girar dividendos al exterior. Para comprar divisas, debían contar con aprobación oficial, aunque muchas veces la gestión no llegaba a ser exitosa. En 2012, además, el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, introdujo las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), el filtro a través de la cual el gobierno limitaba las importaciones para evitar una mayor salida de divisas.
Ahora, si bien las empresas no pueden acceder al mercado de cambios oficial para atesoramiento, el Banco Central planteó que sí pueden comprar divisas para pagar deudas, comprar importaciones o hacer frente a otro tipo de pagos de su operación cotidiana.
Otra gran diferencia tiene que ver con el alcance del cepo al sector turismo. El kirchnerismo introdujo en 2012 un cargo y tope para la compra de dólares para el turismo, en un trámite que debía iniciarse ante la AFIP con una antelación de siete días. A su vez, se establecieron recargos del 20% (luego subido al 35%) para los consumos realizados en el exterior, que luego se amplió a los pasajes, los paquetes turísticos y otros servicios en moneda extranjera. También se limitó el uso de tarjetas para realizar apuestas en el exterior, adquirir fichas en casinos y otras operatorias de juegos de azar.
Hasta el momento, el cepo actual no establece límites a las compras en el exterior o en sitios de comercio electrónico. «No introducimos restricciones a la cuenta corriente, a todo lo que es el pago de importaciones o el turismo. Eso se mantiene sin cambios», sostuvo esta mañana el presidente del BCRA, Guido Sandleris.
En el gobierno anterior, se eliminó el ‘puerta a puerta’ y se establecieron duros controles para las compras realizadas por internet. En 2014, se implementó un esquema de declaración jurada y un impuesto del 50% al monto adquirido. Las operaciones de más de US$25 fueron incorporadas dentro del Régimen General de Importación, y se estableció un tope de dos veces por año la posibilidad de que un ciudadano local pudiera hacer operaciones en sitios de comercio electrónico extranjero.
Pese al endurecimiento del cepo anunciado anoche, se mantienen sin restricciones ni cargos adicionales los consumos realizados en el exterior (con tarjeta de crédito o débito). No obstante, el BCRA definió que solo se podrán realizar extracciones en efectivo con una tarjeta de débito en un banco o cajero automático fuera del país si la persona posee una cuenta bancaria en dólares. Es decir, extraerá el dinero que ya tenía previamente ahorrado.
Ambos controles cambiarios coinciden en su política hacia la pesificación de pagos o giros de dinero del exterior. Cuando Cambiemos anunció sus controles de cambios, estableció un plazo de cinco días hábiles para que quienes realizaban una exportación o recibían el cobro de un servicio en moneda extranjera liquidaran esas divisas en el mercado local. El kirchnerismo adoptó una política similar, que alcanzó la pesificación de pensiones del exterior percibidas por ciudadanos locales, informó La Nación.