Con la mira puesta en el debate de este domingo, Mauricio Macri se reunió con el equipo de comunicación del Gobierno el sábado por la tarde, luego de compartir un acto con María Eugenia Vidal en Olavarría. El Presidente, que ya se había preparado con el equipo de discurso el viernes, repasaba este domingo solo en la residencia oficial las propuestas que expondrá esta noche en la Universidad Nacional del Litoral.
A diferencia del resto de los candidatos, el jefe de Estado no desembarcará en ningún hotel como búnker en la capital santafesina. Cerca de las 19, si no hay contratiempos climáticos, llegará en el Tango 4 junto a la mayoría de sus colaboradores. Una vez terminado el debate, regresará a Buenos Aires.
Una pequeña avanzada de funcionarios había llegado por la mañana de este domingo en el avión de Aerolíneas Argentinas en el que también se trasladó Alberto Fernández.
Habrá dos ausencias de peso en el equipo macrista. Jaime Durán Barba y su socio Santiago Nieto no asistirán al debate organizado por la Cámara Nacional Electoral; a pesar de que ambos están acreditados y habían reservado alojamiento en un importante hotel de la Ciudad.
“Es un hombre grande”, justificaron al asesor ecuatoriano en el Ejecutivo. El consultor histórico de Macri participó de las reuniones para preparar a Macri en Olivos y pasó el martes por la Casa Rosada. Además, era uno de los 10 nombres autorizados para ingresar al camarín del Presidente.
Solo cinco personas por equipo están habilitados para estar detrás de bambalinas. Son los únicos que podrán acceder al Presidente durante el receso, durante el debate. Se trata de la primera dama, Juliana Awada; de dos de sus funcionarios más cercanos, el jefe de Gabinete Marcos Peña y el secretario General de Presidencia Fernando de Andreis; y de dos referentes del equipo de discurso, el asesor Hernán Iglesias Illa y Julieta Herrero.
En el debate previo al balotaje de 2015, desde ese lugar, Durán Barba aconsejó a Macri que morigera sus palabras para no quedar demasiado soberbio o agresivo con su rival Daniel Scioli.
Paradoja del destino, hoy el ex gobernador estará en el anfiteatro de la universidad invitado por Alberto Fernández y Durán Barba mirará el debate por televisión desde Buenos Aires.
Awada, que no podrá saludar a su esposo desde el escenario cuando termine el debate como ocurrió en 2015, y los cuatro funcionarios habilitados para estar detrás de bambalinas están también autorizados para ingresar al camarín del Presidente.
Otros cinco dirigentes podrán acceder a esa intimidad: el vocero presidencial Iván Pavlovsky, la fonoaudióloga Micaela Méndez, el secretario privado del Presidente Darío Nieto, el secretario de Comunicación Pública Jorge Grecco y el ausente Durán Barba.
Otros 17 invitados del Presidente asistirán al debate. El candidato a vicepresidente Miguel Angel Pichetto coincidirá con la vice en funciones Gabriela Michetti, que se mantuvo ajena a la campaña.
El resto se divide entre autoridades partidarias (Humberto Schiavoni y Francisco Quintana), ministros (el vicejefe de Gabinete Andrés Ibarra, el de Agroindustria Luis Etchevehere y el canciller Jorge Faurie). Serán de la partida, además, el primer candidato a diputado nacional por Santa Fe, Federico Angelini, y el diputado nacional por la Provincia Waldo Wolff.
En representación de la la UCR, estará el intendente anfitrión José Corral y otros dirigentes provinciales. El gobernador de Jujuy Gerardo Morales asistiría al debate de la semana próxima en la Ciudad de Buenos Aires, y el mendocino Alfredo Cornejo y el cordobés Mario Negri hacen campaña en sus provincias.
Por la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, habrá menos presencia; solo se contará a Maximiliano Ferraro. Cerca de Macri le restan importancia a esas ausencias, porque -destacaban- nada tiene que ver con el debate.
Además estarán Gustavo Gómez Repetto, Alejandro Rozitchner, Daniela Brocco e Iván Petrella, del equipo de comunicación, que responde directamente a Peña.
A todos ellos les pidieron desde Presidencia que colaboren como voceros del oficialismo, según los temas que se tratarán en el debate: relaciones Internacionales, Economía y Finanzas, Educación y Salud, Derechos Humanos y Diversidad de Género.
No habrá movilizaciones de militantes. Los cañones en ese sentido están apuntados a la marcha del «sí se puede» que el Presidente llevará este lunes a la ciudad vecina de Paraná.
En el oficialismo destacan que la agenda de Macri será propositiva e insisten en que la rigidez del debate no permitirá grandes cruces. «Perdería tiempo para explicar sus propuestas; además, si lo atacaran cinco candidatos, ¿a cuál de todos ellos debería contestar?», preguntan en el Ejecutivo.
Sin embargo, dejan la puerta abierta a la improvisación del Presidente-candidato. “Nosotros podemos preparar todo, pero al final arriba del escenario está el solo con su alma”, sostuvo un integrante de la comitiva, notificó El Clarín.