«Hemos acordado continuar (con la formación del comité) para poder estar listos después de las elecciones», dijo una de las fuentes, y agregó que «una buena combinación» de acreedores grandes estaban involucrados.
Otro miembro agregó: «todos estamos previendo una victoria en primera vuelta por eso no hay tiempo que perder».
«Está claro que se necesita una reestructuración y aparentemente ellos (el equipo de Fernández) quieren que se haga algo rápido, por eso necesitarán alguien con quien hablar».
Las fuentes no pudieron revelar sus nombres debido a que el proceso es un tema muy sensible.
Las inminentes negociaciones se enfocarían en una deuda soberana por unos 100.000 millones de dólares que se tornó demasiado cara para Argentina tras un derrumbe del mercado que afectó la capacidad de pago del país y drenó sus reservas internacionales.
Los miembros del comité también dicen que quieren asegurarse de no ser obligados a soportar quitas de deuda dolorosas.
El agresivo enfoque de Argentina durante la renegociación del 2001 al 2005 dejó recuerdos amargos y la mayoría de sus nuevos bonos ahora también tienen «cláusulas de acción colectiva» que implican que la reestructuración debe proceder si es respaldada por dos tercios o tres cuartos de los tenedores de bonos.
«Es importante que haya un grupo negociador que tenga una mayoría para bloquear», dijo una fuente.