Corinna Betsch, la esposa del heptacampeón de Fórmula 1 Michael Schumacher, rompió el silencio y habló acerca de por qué hay tanto hermetismo alrededor del estado de salud de su marido, accidentado gravemente en una pista de esquí Suiza y desde entonces hospitalizado en diferentes centros médicos de Europa.
La mujer del piloto aseguró que no ofrecen datos sobre la salud de Schumacher porque respetan su voluntad de que sea un asunto «confidencial», aunque destacó que el piloto está «en las mejores manos posibles».
«Puede estar seguro de que está en las mejores manos posibles y de que estamos haciendo todo lo posible para ayudarlo. Por favor, entiendan que seguimos los deseos de Michael de mantener confidencialidad en un tema tan delicado como su salud», señaló en una entrevista en la revista She’s, iniciativa de la escudería Mercedes.
Por otra parte, la esposa del laureado piloto develó cómo comenzó su afición y la de su hija por los caballos, que continuó su hija Gina-Maria, ahora amazona profesional. «A los 30 años, quería de verdad tener un caballo, y Michael decidió llevarme a Dubái para comprar un pura sangre árabe. Ver a mi hija hacer lo que ama y lograr éxitos me hace feliz, pero no olvido que a quien tengo que dar las gracias por todo esto es a mi marido», subrayó.
El pasado fin de semana, Gina homenajeó a su padre durante una exhibición hípica freestyleen Verona(Italia), enfundando a su caballo con un traje de Ferrari -escudería en la que brilló su padre- y vistiéndose con el mono y el casco de la Scuderia. «Me dijo que un día Ginasería mejor que yo, no me gustó mucho. Trabajé con caballos día y noche, tratando de entenderlo. Me dijo que yo era demasiado amable, que Gina tenía más pulso y carácter que yo. Ya había visto su talento», apuntó Corinna Schumacher.
El accidente y los tratamientos
Desde que Schumacher, de 50 años, sufrió el accidente de esquí en los Alpes franceses el 29 de diciembre de 2013, su estado de salud es una incógnita. El heptacampeón de Fórmula 1 estaba esquiando cuando tropezó y se golpeó de cabeza con una roca. Solo el casco impidió una muerte inmediata.
En la Clínica Universitaria de Grenoble, a donde fue trasladado en helicóptero, fue operado dos veces de urgencia y los médicos decidieron inducirle un coma. En septiembre de 2014, nueve meses después del accidente, el expiloto fue llevado primero al hospital de Lausana, en Suiza, y después a su casa en la localidad suiza de Gland, a orillas del Lago de Ginebra, donde comenzó un largo proceso de rehabilitación.
Según informó el periódico Le Parisien, el pasado mes de septiembre ingresó en el Hospital Europeo Georges Pompidou de París para recibir un «tratamiento secreto» en la unidad de monitoreo continuo del Departamento de Cirugía Cardiovascular. Según el medio, el expiloto realizó al menos otras dos visitas al hospital de la capital francesa la pasada primavera, y en ambas llegó en helicóptero desde Suiza, informó La Nación.