Reunió a 500 funcionarios de Cambiemos en La Plata. Estuvieron también Hernán Lacunza y Carolina Stanley. Fue la última reunión del gabinete ampliado antes de dejar la gobernación.
Estrictamente acotada en el discurso, María Eugenia Vidal ratificó que se queda en la Provincia para hacer política y que “la unidad” dentro de la coalición bonaerense de Juntos por el Cambio garantizaría una oposición consistente y alguna posibilidad de construcción electoral exitosa para 2021.
La otra relevancia es quién ejerce la conducción de ese proceso. La gobernadora concede que debe ser una expresión colegiada, como pide la UCR. Aunque no resigna la voluntad de ejercer ella misma la jefatura. Lo insinúa con cada convocatoria. Este miércoles fue en el Salón de Usos Múltiples de la Gobernación, con 500 funcionarios, en una reunión de gabinete ampliado.
“El mayor desafío es seguir juntos sin el Estado, consolidar el equipo dentro de Juntos por el Cambio. No perder esto que construimos y que nos costó tanto. Todo el esfuerzo y el compromiso valió la pena así como sostener esto también lo vale”, les explicó Vidal.
Desde allí estriba su estrategia, que incluye encabezar la nómina de Diputados o al Senado nacional dentro de dos años. Todavía es convocante por la investidura y por cierta imagen pública que sus colaboradores intentan poner a resguardo del tropezón del 27 de octubre.
Después del 10 de diciembre, habrá que ver cómo se articula el poder territorial y legislativo de JpC. Los 62 intendentes, los 44 diputados y una veintena de senadores. El desafío es único: ¿La UCR y el PRO, parcelarán esa representación?.
Surge un dato con la decisión radical de conformar un bloque partidario en Diputados y otro en el Senado. Con autonomía de decisión, aunque sin abandonar la pertenencia al interbloque.
Al parecer, Vidal percibe ese cambio de época. “Ahora empieza una nueva etapa, es un momento muy importante para cada uno de nosotros. Durante estos años dije y comprobé que el poder desnuda a las personas, muestra lo mejor y lo peor de cada una. La derrota también. Es ahora donde vamos a demostrar de qué estamos hechos, ese es el desafío. El camino es siempre el mismo porque la vocación es siempre la misma, lo que cambia es el rol”, explicó a la audiencia reunida en La Plata.
Es decir, volver desde el llano. No tanto si se incorpora el espacio legislativo y las comunas como un activo de la fuerza. Quedan los nichos institucionales a ocupar directorio del Banco Provincia, organismos de control, etc. Nadie hace política en la Provincia sin recursos.
Por cuerda separada, como dicen los leguleyos, Vidal procura una salida de gestión decorada de un puñado de aciertos y con las cuentas en orden. Este último ítem está en revisión por Axel Kicillof, su sucesor, y equipo. Exponen el rojo de entre 50.000 millones y 70.000 millones de pesos que dejaría la actual administración. Un crecimiento de la deuda de 9.500 millones de dólares a casi 12.000 millones. Además del “reperfilamiento” de 4.200 millones de pesos del fisco provincial con el Banco Provincia.
Todo ese detalle, más el inventario área por área de los recursos disponibles y los programas en ejecución, determinan una postergación del tratamiento del Presupuesto 2020 hasta el primer trimestre del año que viene.
En la pulseadas de los números, la herencia y los debe de gestión, Kicillof cuenta con alguna ventaja. Toda flamante administración, después de un triunfo, empieza con un período de gracia. Estaría en mejores condiciones para imponer relato político. El macrismo tuvo el suyo y ahora está disponible para el Frente de Todos.
Por eso, como mecanismo de defensa, es probable que Vidal instruya para el armado en la web de un detalle sobre las cuentas fiscales que deja en el traspaso.
“Vamos a hacer una transición ejemplar y democrática. Lo tenemos que hacer bien hasta el final, como lo hicimos estos cuatro años, defendiendo los valores en los que creemos hasta el 10 de diciembre, con generosidad, ayudando al que viene. Hay que seguir cuidando a la gente hasta el último día porque somos responsables frente a los bonaerenses”, dijo en el Gabinete.
“Todo lo que hicimos tiene sentido si entendemos que detrás de cada cosa hay nombres, personas, familias, que sintieron que estábamos cerca. Es lo que nunca tenemos que olvidar, porque son esas personas las que nos trajeron hasta acá”, insistió la gobernadora.
Hubo asistencia casi perfecta. Y algún faltazo con aviso. Jorge Macri (Vicente López), ganador cómodo en la general, no concurrió. Estaba con el presidente Mauricio Macri.
El martes, el intendente del PRO mantuvo un encuentro con Vidal en las oficinas de Retiro, en la Ciudad Autónoma. Es un sobreviviente partidario en el Conurbano. Instalará más temprano que tarde su intención de postularse a la Gobernación en 2023. Ranquea de la mano de su primo como jefe excluyente de la oposición. Ambos se reunieron dos veces en los últimos diez días.
Los intereses son levemente diferenciados entre Vidal y Jorge Macri. La gobernadora se sostiene por la ligazón con el radicalismo. El viceDaniel Salvador, presidente del Comité UCR, estuvo en el gabinete ampliado. Reconoce el liderazgo de Vidal en Buenos Aires. No está muy determinado en el espacio que preside que Macri continúe con esa representación absoluta.
Si estuvieron intendentes como Julio Garro(La Plata) y Néstor Grindetti(Lanús). Se incorporó a Matías Rappallini,que logró retener Maipú, después de un largo proceso de escrutinio que terminó el martes. El jefe de Gabinete, Federico Salvai, como bastonero.
También los ministros nacionales Hernán Lacunza y Carolina Stanley. También estuvieron la senadora Gladys González, y las diputadas nacionales electas María Lujan Rey, Camila Crescimbeni (Presidente Juventud PRO) y Mercedes Joury, informó Clarín.