En una señal al nuevo gobierno, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enviará al máximo funcionario de la Casa Blanca para la región a la jura de Alberto Fernández. Se trata del director para el Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad, Mauricio Claver-Carone, con quien Fernández ya se reunió en México.
La Casa Blanca confirmó que la delegación oficial estará encabezada por el secretario de Salud, Alex Azar. Además, viajarán Emma K. Doyle, asistente del Presidente y subdirectora Principal de la Jefatura de Gabinete; Claver-Carone, y Michael G. Kozak, subsecretario Asistente Interino de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, el diplomático de mayor rango para la región.
«Espero el cambio de gobierno y poder reunirme con el presidente Fernández. Tuvimos contacto con su equipo durante el período de transición, y siempre hemos trabajado diligentemente con los gobiernos electos en la Argentina. Hay muchos intereses compartidos, valores compartidos. trabajaremos con el enfoque de su equipo en temas específicos», dijo Kozak en un encuentro con corresponsales en Washington.
Al ser consultado sobre qué rol espera de Alberto Fernández en la crisis en Venezuela, Kozak dijo que esperaban que «todos los países de la región ayuden a lograr una conclusión temprana y exitosa de la crisis».
La delegación enviada por Trump es muy similar a la que en su momento envió Barack Obama a la jura de Mauricio Macri. En ese entonces, a fines de 2015, el jefe de la delegación fue el secretario de Transporte, Anthony Foxx, y no viajó nadie del Consejo de Seguridad Nacional, el principal cuerpo de política exterior de la Casa Blanca.
Es un dato clave. Claver-Carone conoce el programa argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque ocupo la silla de Estados Unidos en el board cuando se aprobó el primer paquete, por US$ 50.000 millones. Y a la vez es el funcionario que maneja la estrategia de la Casa Blanca hacia América latina, con un foco particular en Venezuela, Cuba y Nicaragua, la «troika de la tiranía», en la visión del gobierno de Trump.
El primer contacto directo de Alberto Fernández y su equipo en Buenos Aires de Claver-Carone y Kozak, los máximos responsables de la Casa Blanca y el Departamento de Estado para América latina, permitirá comenzara a definir la agenda de trabajo y tratar algunos de los temas espinosos que han aparecido en las últimas semanas, como las diferencias respecto de la crisis política en Bolivia y la salida del expresidente, Evo Morales -Fernández dijo que hubo un golpe de Estado; Trump celebró la transición-, y el nuevo conflicto comercial por los aranceles al acero y el aluminio, informó La Nación.