El Gobierno nacional asegura que controlará de modo «online» que los supermercados cumplan con el nuevo acuerdo de precios que prevé diferentes escalas de subas en los alimentos, tras la finalización de la exención del IVA que había decidido Mauricio Macri luego de la derrota en las PASO.
Cómo adelantó este martes Clarín, la mayoría de los alimentos de la canasta básica deberían subir un 7% desde este jueves en las grandes cadenas. Es el acuerdo al que arribó el ministro de Producción, Matías Kulfas, con los supermercados, que deberán negociar con sus proveedores para ver cómo absorbe cada uno los puntos del IVA que no deben trasladarse al precio final del artículo.
«Lo que se estableció y no es pasable de criterio es el porcentaje total que absorben y cuánto se traslada al público. Lo que queda a criterio y negociación entre súper y proveedores es el porcentaje que asume cada uno», explicó este miércoles a Clarín una fuente oficial.
Y amplió: «Los supermercados tienen los precios online con la Secretaría de Comercio. En el momento en el que cargan las listas de precios se actualiza la base de datos y lo podemos ver. La buena predisposición quedó plasmada en el hecho de que estuvieron trabajando hasta el 31 de diciembre y absorbieron dos terceras partes del impacto. Pero obviamente lo vamos a estar mirando».
En los gobiernos anteriores del kirchnerismo e incluso durante el macrismo, hubo anuncios de acuerdos que luego se terminaron cumpliendo a medias. O con menor oferta de la prometida. En algunos casos, por crisis que cambiaron las variables. De ahí, el escepticismo de muchos consumidores y asociaciones cada vez que vuelve a prometerse un plan similar.
En la previa de este último anuncio, el propio presidente Alberto Fernández había advertido que podría avanzar con la ley de góndolas (que prevé una mayor oferta de productos para generar competencia y bajar precios) si los supermercados implementaban aumentos indiscriminados.
Según el acuerdo alcanzado este martes, la leche, por caso, no debería subir, ya que los comerciantes se comprometieron a absorber los 21 puntos de IVA que volverán a regir en 2020. En cambio, podrán aumentar hasta un 10,5% el pan rallado y los rebozadores.
Esta es la lista del traslado de IVA a precios:
– Leche fluida 0%.
– Pan artesanal de panadería flauta 5%.
– Yogurt firme y sachet, entero y descremado 7%.
– Arroz largo fino, parboil, cuatro ceros y cinco ceros 7%.
– Azúcar 7%.
– Pan lactal blanco en todas sus presentaciones 7%.
– Polenta 7%.
– Conservas de vegetales incluidos tomates en todas sus presentaciones 7%.
– Harinas triple cero, cuatro cero y leudante 7%.
– Yerba con palo y sin palo 7%.
– Mate cocido y té sin ensobrado 7%.
– Huevos 7%.
– Aceites mezcla y girasol 9% Pan rallado y reboza dores 10,5%.
Las otras medidas y la emergencia
En paralelo, en el Gobierno adelantaron que «en los próximos días, la reducción del IVA estará disponible para los beneficiarios de la tarjeta Alimentar, la Asignación Universal por Hijo y los jubilados que perciban el haber mínimo». Serán hasta 700 pesos mensuales por beneficiario, que se descontarán directamente de su tarjeta de débito cuando haga la compra.
Para diferenciarse de Macri, que había decidido (entre otras medidas) mejoras en Ganancias y la reducción del IVA en alimentos hasta el 31 de diciembre, para beneficiar a las clases bajas pero también a las medias, Fernández viene instrumentando medidas concentradas sólo en los grupos más postergados.
Así, se anunció la tarjeta Alimentar, que es plata extra para los que cobran la AUH y tienen hijos menores de 6 años; se otorgaron dos bonos para jubilados que cobran hasta 19.000 pesos (5.000 pesos cada extra) y beneficiarios de AUH (2.000 pesos); y ahora se suma el beneficio específico del descuento del IVA también para estos sectores. Es la lógica de la «solidaridad» que van repitiendo los funcionarios en diferentes planes y anuncios.
El tema de la suspensión del IVA en los alimentos también había generado demandas de los gobernadores, que cobran una parte de lo que se recauda con este impuesto coparticipable. Y ya habían obtenido un fallo a favor de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Además, según anunció el Gobierno, «se relanzará el programa de Precios Cuidados que volverá a incluir productos de primeras marcas para transformarse así en un sistema de precios de referencia. Estas medidas se complementan con el congelamiento de las tarifas, el freno a los aumentos de los peajes en rutas nacionales, la suspensión del incremento del 5% a las naftas, extender por 30 días más los beneficios a los créditos UVA y prorrogar por 3 meses el Plan Ahora 12».
Son paliativos para una inflación que cerrará 2019 cerca del 55% y que tiene pronósticos superior al 40% para el año que acaba de comenzar. Y cuando, en paralelo, se anunciaron otras medidas que impactarán de lleno en los bolsillos de la clase media, como la suba de Bienes Personales o la suspensión de la movilidad jubilatoria, que implicaría incrementos por debajo de la inflación para los que cobren un poco más de la mínima.