El número de tiroteos y homicidios en Estados Unidos se ha disparado durante 2020 coincidiendo con la pandemia del coronavirus y ha convertido el año que termina en el más sangriento en décadas.
En total, más de 19.000 personas -sin contar suicidios- han perdido la vida en el país en incidentes con armas de fuego, según Gun Violence Archive (GVA), una base de datos sobre violencia armada en EE.UU.