Pareció que el Torero renacía, pero no pudo: Rafael Nadal quedó eliminado en los cuartos de final del Australian Open al caer ante Dominic Thiem por 7-6 (7-3), 7-6 (7-4), 4-6 y 7-6 (8-6). El triunfo ante el austríaco le permitía asegurarse el número uno del ranking mundial de la ATP, aunque fracasó en esa misión y en la chance de llegar a su 20° título de Grand Slam.
Ahora, respecto de lo numérico, Rafa quedó sujeto a lo que haga Novak Djokovic, que si supera a Roger Federer en las semifinales y se consagra en la final del domingo ante Thiem o Alexander Zverev, recuperará la cima del ranking.
Fue un encuentro trepidante y definido por detalles, pero en los momentos clave, en los tres tie breaks, el austríaco apareció para frustrar al mallorquín, que incluso tuvo una discusión con la umpire francesa Aurélie Tourte.
Después de perder los dos primeros sets, Nadal sacó su amor propio y se llevó el tercero. Incluso, recuperó un quiebre en el cuarto parcial y sometió a Thiem a una máxima presión. Sin embargo, el austríaco salió a flote en el último tie break y aseguró su pase para las semifinales, en las que se medirá ante Alexander Zverev.
Thiem, N° 5 del mundo, viene atravesando profundos cambios: rompió su relación con la tenista francesa Kristina Mladenovic y cerró la etapa con el entrenador con el que llegó a la elite, su compatriota Günter Bresnik. El chileno Nicolás Massú se mantiene solo al frente como coach, tras incorporarse como asesor al equipo en marzo de 2019, semanas antes de que el jugador abriese sus victorias en torneos Masters 1000 al adjudicarse en Indian Wells ante Roger Federer.
El fichaje reciente -en un rol de consultor- es Thomas Muster, ex nº 1, campeón de Roland Garros y doble semifinalista en Australia. Aquel austríaco conoce bien los retos que persigue su compatriota y ahora ambos están frente a la chance de lograr el primer certamen de Grand Slam, señaló La Nación.