El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró que quiere «una Argentina fuerte» y «no una patria bolivariana» y dijo que ya puso en marcha el mecanismo para evaluar un posible apoyo al gobierno de Alberto Fernández en su negociación con el FMI, tras la reunión que mantuvo con el canciller Felipe Solá, a la que consideró «muy saludable».
«Se lo pasamos (el asunto) al Ministerio de Economía y ellos van a decidir», sostuvo Bolsonaro al referirse hoy, en declaraciones a la prensa consignadas por la agencia de noticias Efe, a un posible apoyo de Brasil a la Argentina en sus conversaciones con el FMI por el pago de la deuda.
Las declaraciones llegaron un día después de la entrevista que el presidente de Brasil tuvo con el canciller Felipe Solá, en lo que fue el primer contacto directo de Bolsonaro con un representante del gobierno de Fernández.
«La conversación fue muy saludable», dijo Bolsonaro sobre esa reunión con Solá, que marcó el inicio de una distensión entre ambos Gobiernos, distanciados por las diferencias ideológicas entre el líder de la ultraderecha brasileña y Fernández.
«Yo quiero una Argentina fuerte; no una patria bolivariana», aseveró Bolsonaro, quien afirmó, además, que la Argentina, «con la debida compostura, está peor que nosotros».
Además, en las declaraciones reflejadas por la agencia Efe, el presidente de Brasil destacó que la Argentina «es uno de los mayores socios comerciales de Brasil».
En su encuentro con las autoridades brasileñas, Solá pidió el apoyo de Brasil, como miembro del FMI, para la renegociación de la deuda que Argentina contrajo con ese organismo el año pasado, algo que Fernández también hizo durante su gira por Europa con los presidentes de Italai, España, Francia y en Alemania con Angela Merkel.
Las declaraciones del presidente brasilero se dan en momentos en los que la misión del FMI, que llegó este miércoles a Buenos Aires, mantiene reuniones con miembros del Ministerio de Economía.
Bolsonaro también confirmó que, tal como anticipó ayer Solá, propuso encontrarse con Fernández el próximo 1 de marzo en Montevideo, donde ambos mandatarios coincidirán para la investidura de Luis Alberto Lacalle Pou como nuevo presidente de Uruguay.
«Me interesa conversar con Fernández», declaró Bolsonaro, quien durante la campaña electoral argentina del año pasado llegó a tildar a Fernández de «bandido de izquierdas».
Las relación entre el mandatario brasileño y Fernández se mantuvo ríspida durante los últimos meses, pero ahora pareciera haberse suavizado a partir de la visita de Solá, quien, al finalizar el encuentro protocolar con Bolsonaro, aseguró a la prensa que -tras ese primer contacto- «todo cambió» en la relación entre los dos socios mayores del Mercosur, bloque que también integran Uruguay y Paraguay, informó Télam.