Federico Coria (116°) superó por 6-4, 4-6 y 6-4 al español Carlos Alcaraz (406°), de 16 años, y avanzó a sus primeros cuartos de final ATP en la arcilla de Río de Janeiro.
El argentino salvó los cinco break points que le presionó Alcaraz en el primer set y tomó ventaja. En el segundo, levantó un 0-5 pero falló con su propio servicio en el décimo game.
En la recta final, drama: 5-4 40-15, una pelota larga de Alcaraz le daba por fin la bienvenida a cuartos de final de un ATP. o eso parecía…
Coria se tiró al piso, se hundió en lágrimas en el polvo de ladrillo y fue al saludo de un Alcaraz que lo esperaba en la red mientras pedía, como quien no tiene nada que perder, un último ojo de halcón.
El rosarino marcó el pique y llegó a la red marcando con la mano lo mala que había sido la pelota. Pero la tecnología (recordemos: primera vez que se usa sobre arcilla) le dio la contra. Adentro por milímetros.
«Yo también la vi mala, pero hay que repetir el punto», terminó de resignar el umpire a un Coria incrédulo. Y allá fue el rosarino, que recién en su tercera chance pudo entonces festejar sin miedos.
De la qualy, a cuartos de final. Los primeros para él en el máximo circuito y nada menos que en un 500, el de Río, el más importante de la gira por Sudamérica. ¿Próximo obstáculo? Cristian Garin, aún invicto por estas tierras tras el título en Córdoba. Si da el golpe, lo aguardará otro premio extra: la primera vez en el Top 100.