El discurso se repitió. Primero fueron Máximo Thomsen y Ciro Pertossi. Después llegó el turno de Blas Cinalli y Enzo Comelli. De a uno, los acusados de matar a Fernando Báez Sosa le apuntaron a la fiscal de la causa, Verónica Zamboni: «Nos mentiste» y «Mientras seas fiscal no voy a hablar del caso» dijeron entre otras cosas en la ampliación de la declaración indagatoria.
Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes judiciales. Los sospechosos insistieron en que no fueron informados por qué los indagaban. La defensa de los acusados, llevada adelante por el abogado Hugo Tomei, adelantó que presentará más pedidos de nulidades.
Es decir que se negaron a declarar sobre el homicidio ocurrido en Villa Gesell el 18 del mes pasado, pero decidieron atacar judicialmente a la representante del Ministerio Público. Aprovecharon la circunstancia para advertir que en su momento no se les notificó la acusación en forma concreta ni se les dieron detalles precisos del hecho que se les imputaba.
Después pasó Ayrton Viollaz, pero este no declaró nada. «Directamente no habló», dijeron fuentes del caso. Para terminar la audiencia faltan las declaraciones de Luciano y Lucas Pertossi y de Matías Benicelli.
Por su parte, Thomsen señaló ante la fiscal que «la sociedad y los medios de comunicación» condenaron a él y a su grupo de amigos, según consignó Télam. Ciro Pertossi también acusó a la prensa al dar testimonio ante la fiscal que recusa el grupo imputado por matar con golpes y patadas a Báez Sosa.
Algunos de esos cuestionamientos de la defensa ya fueron planteados en el pedido de recusación de la fiscal, también tomaron forma en la denuncia penal presentada por el abogado Tomei contra la fiscal Zamboni. La defensa también habría advertido irregularidades durante estas indagatorias y prepararía otros pedidos de nulidades.
En el mismo momento en que se tomaban las primeras indagatorias en la fiscalía de Villa Gesell, empezaron a trascender detalles que figuran en el expediente sobre los mensajes detectados en los celulares de los sospechosos.
En esa línea se adjudicó un texto a Blas Cinalli con la frase: » Amigo, flasheamos, matamos a uno», situación que podría derribar el desconocimiento sobre el asesinato de Fernando Báez Sosa.
La fiscal Zamboni sostuvo en su acusación que Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Lucas Pertossi, Luciano Pertossi y Ayrton Viollaz «acordaron darle muerte a la víctima» para lo cual distribuyeron «funcionalmente el rol de cada uno para la comisión del hecho.
Citó que, a su criterio y según surge de las pruebas recopiladas en su investigación, acordaron darle muerte «cumpliendo de ese modo el plan premeditado, dividiéndose las tareas». A los cinco primeros les atribuye el ataque, abalanzados por detrás para sorprender a Báez Sosa. «Aprovechando que se encontraba de espaldas e indefenso y actuando sobre seguro en virtud de la superioridad numérica y física», dijo.
La representante del Ministerio Público remarcó que [los acusados] se aprovecharon del estado de indefensión de la víctima y siempre «con el fin de darle muerte y cumplir lo pactado» le aplicaron «varias patadas en su rostro y cabeza».