Durante una entrevista con Télam, el funcionario explicó que el gobernador Axel Kicillof le pidió llevar adelante obras «que tengan algo de impacto en la vida de la población y que mejoren su vida», por lo que trabaja en un plan estratégico para atender «las particularidades de cada región en una provincia muy diversa».
El ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, Agustín Simone, criticó la gestión de la ex gobernadora María Eugenia Vidal por haber paralizado la ejecución de obra pública durante los dos últimos años de mandato, y aseguró que se recibió la provincia «en terapia intensiva».
Entre las prioridades para infraestructura, destacó «obras viales» y otras «para manejo de inundaciones y provisión de agua y cloacas», así como trabajos «para proveer de infraestructura urbana».
– Télam: ¿Con qué se encontraron al llegar en cuanto a la obra pública?
– Simone: Después de las PASO, el Ministerio dejó de pagar todo, menos los sueldos: desde la luz hasta las obras propias y las transferencias a los municipios. Hubo un corte absoluto en la cadena de pagos.
– T: ¿Cuántas obras paralizadas hay y por qué monto?
– S: Hay unas 250 obras por alrededor de $ 11.600 millones. Desde mayo de 2018 empezó un ajuste presupuestario muy fuerte sobre todo desde la suba del dólar y el acuerdo con el FMI. Encima, en 2019 Nación le pasó un montón de gastos a la provincia, por lo que se ajustó aún más el presupuesto. La inversión para obras en 2017 fue de $ 18.600 millones, y en 2018 y 2019 de $ 14.000 millones. Fue menor en términos corrientes, con una inflación acumulada altísima. El recorte presupuestario que hubo fue bestial.
– T: ¿El gobierno anterior tuvo una mala gestión de la obra pública?
– S: El 2017 fue un buen año de la obra pública. Habían llegado a un valor que estaba bien en cuanto a porción dentro del presupuesto total en infraestructura. Después eso se terminó. Para bajar su déficit, Nación transfirió cosas a la provincia y el modelo en 2018 se agotó. Cuando se paraliza a este nivel, cuando se gasta menos en términos corrientes en 2019 que en 2017, lo único que se puede hacer es parar obras porque no hay con qué pagarlas.
– T: ¿Y cómo se resuelve eso?
– S: Recibimos la provincia en terapia intensiva, sin recursos más que para pagar los sueldos hasta ahí y con vencimientos de deuda. Dentro de ese ajuste, dejaron de usar también los fondos que tenían financiamiento externo. Las obras que tenían préstamos aprobados tampoco fueron ejecutadas. Para poder mostrar contablemente que no había déficit cortaron todos los préstamos que eran para inversión. La ejecución da en promedio 6%. Hay obras con financiamiento que no fue utilizado. Incluso, la provincia terminó pagando más comisiones de compromiso, una especie de castigo que cobran los bancos por no usar la plata.
– T: ¿Se pueden reactivar esos préstamos?
– S: A los cuatro o cinco años se vencen. Tenemos que pedir prórrogas con los bancos.
– T: ¿Cuántas hay en ejecución?
– S: Hay unas 500 obras en ejecución: rutas, casas y demás. Muchas en 2019 no avanzaron nada.
– T: ¿En qué estado está la obra de la cuenca del Río Salado?
– S: La provincia sólo desembolsó un 9% de la parte que le correspondía. La obra más importante, el dragado, no empezó. La vamos a largar ahora, ya activamos pagos para las obras complementarias.
– T: ¿Cuál es el plan para la obra pública?
– S: Armar un plan estratégico que consista en proyección de obras para los próximos cinco años y, por otro lado, un plan a largo plazo para cuestiones como la de vivienda que no se pueden resolver en lo inmediato. También ver necesidades inmediatas y urgentes para retomar obras.
– T: ¿Cuáles son las obras prioritarias?
– S: Tenemos que trabajar en situaciones de manejo del agua tanto ante inundaciones como en cuanto a provisión de agua y cloacas. A nivel vial, hay rutas como la 6 o la 11 sobre las cuales hay que empezar a trabajar de modo más intenso. No sólo hay que invertir sino ver el control de cargas para que una vez que se hace la obra no la destruyan los camiones. Es muy importante el tema de la seguridad vial: atacar los puntos donde hay accidentes por problemas de infraestructura como falta de puentes peatonales, semáforos, rotondas mal señalizadas, banquinas no marcadas.
– T: ¿Qué le pidió el gobernador Kicillof?
– S: El gobernador quiere que hagamos obras que tengan algún impacto en la vida de la población. Eso, en una provincia tan grande y diversa varía de acuerdo con los lugares. Según el lugar, puede ser manejo de inundaciones, ampliación de redes de agua potable y cloacas, acciones sobre seguridad vial en una ruta provincial que cruce el tejido urbano, proveer de infraestructura urbana como luz, gas o agua.
– T: ¿Cómo se puede lograr ello en un contexto de escasez de recursos?
– S: El desafío es enorme. Hacienda busca resolver el ajuste presupuestario con el que nos encontramos. También está la oportunidad de los préstamos que no fueron utilizados.
– T: ¿Cuál es la meta a largo plazo?
– S: Tener un plan de obras y una visión estratégica, saber qué necesita la provincia más allá de estos cuatro años, poder entender cómo la provincia debería abordar sus necesidades planificadamente y no tapando baches. Poder maximizar los recursos para hacer las obras y mejorar el nivel de vida de la población. Es una provincia muy diversa y requiere soluciones atendiendo las particularidades de cada región, con las restricciones presupuestarias que tenemos y maximizando los recursos.Esperamos haber dejado mejor las cosas de como las encontramos.
– T: ¿Qué va a ocurrir con los subsidios al transporte público de pasajeros?
– S: En 2019 Nación le transfirió a la provincia el subsidio al transporte y a la energía. Se pagaron $ 35.000 millones cuando el presupuesto de infraestructura fue de 14.000 millones. A la provincia la mató. Este año se va a 50.000 millones. Estamos conversando con Nación para ver si puede volver a su órbita. Sería una gran ayuda, pero no es fácil porque justamente lo transfirieron para poder pagar su déficit. Es curioso que hablen de la recuperación del Fondo del Conurbano porque todas estas transferencias terminaron haciendo neutra esa mejora.
– T: ¿Cuál es la situación del tema vivienda?
– S: Estos cuatro años estuvo totalmente paralizado. No se llegaron a hacer 2.000 viviendas por año, lo que en la provincia es lo mismo que cero. Hay un gran problema de vivienda. La situación es muy critica. Estamos trabajando con Nación, hay que impulsarlo y buscar soluciones diversas. Ya tuvimos reuniones con la ministra de Desarrollo Territorial, María Eugenia Bielsa, para ver acciones. Estamos muy coordinados y tenemos mucha expectativa de lo que podamos hacer, señaló Télam.