Al cabo de otra jornada dramática, en la que la Protección Civil dio otro parte funesto, con un total de 9172 contagios de Covid-19, con 463 muertos y 724 curados, el primer ministro Giuseppe Conte, en una conferencia de prensa anunció que toda Italia y sus 60 millones de habitantes quedarán bajo cuarentena . Las medidas restrictivas y de aislamiento que fueron puestas en vigor para Lombardía y otras 14 provincias el domingo , se aplicarán a partir de mañana al resto de la península. El objetivo es frenar la difusión del virus.
«Ya no habrá más una zona roja, en el norte, sino que toda Italia deberá respetar las medidas restrictivas y se volverá una zona protegida» , dijo el primer ministro, que se aprestaba a firmar un nuevo decreto excepcional de urgencia y que llamó a todos los italianos a quedarse en casa y a evitar cualquier tipo de traslados. De hecho, el gobierno lanzó una campaña para que la gente no salga de sus viviendas con el hashtag #iorestoacasa (yo me quedo en casa) y el slogan «deja el virus afuera de la puerta».
«Ahora es el momento de que los italianos cambiemos las costumbres y tenemos que hacerlo todos y enseguida. Y lo lograremos sólo si enseguida nos adaptamos a las normas», anunció Conte, que en vista de los números del contagio, que crecen exponencialmente y aún no alcanzaron el pico decidió tomar «medidas más fuertes» .
«Hay que dejar de moverse a menos que haya motivaciones, que son tres: razones de trabajo, casos de necesidad y salud», indicó, al destacar que quedan totalmente prohibidas las reuniones tanto al aire libre como en locales públicos.
«No es fácil tomar este tipo de decisiones, pero soy consciente de la gravedad del momento y las tomamos para proteger la salud de todos», dijo. «No hay que bajar la guardia», agregó, al anunciar asimismo que se detendrá el campeonato de fútbol de serie A y que se prolongará hasta el 3 de abril el cierre de escuelas y universidades de las regiones del centro y sur, como ya se había anunciado para la zona del norte.