Sin ninguna muerte hasta el momento y 250 contagios, Israel aplicó desde un primer momento fuertes restricciones fronterizas para impedir la propagación del coronavirus.
La Policía israelí impone multas de hasta 5.000 shéqueles (unos 1.200 euros) a las personas que violen la cuarentena y a quienes difundan noticias falsas sobre el coronavirus, en su intento por frenar la expansión del brote en el país, donde ya se contagiaron 250 personas.
«Hemos abierto más de 50 casos delictivos contra los que violan las instrucciones, así como contra quienes difundan noticias falsas, que se encuentran sobre todo en los medios sociales, en todo tipo de grupos», declaró hoy el comandante policial Guilad Bahat.
Las multas se podrán poner a cualquiera que «viole las instrucciones que se han dado» desde el gobierno para hacer frente al virus, insistió Bahat, citado por la agencia de noticias EFE.
Si bien Israel aún no registra ninguna muerte por el Covid-19 y fue uno de los primeros países en poner en marcha serias restricciones fronterizas, crecen las críticas de la población por la lentitud para llevar a cabo las pruebas de diagnóstico y hay cada vez más voces que piden mayores limitaciones a la movilidad.
Las autoridades anunciaron hoy el cierre del principal laboratorio del Ministerio de Salud para llevar a cabo los test, por el contagio de su director, lo que obligó a poner a todos los trabajadores en cuarentena.
En estos momentos se hacen en el país tan solo unos 400 pruebas diarias.
También hay quejas de los trabajadores del sector salud, que denuncian no tener equipos de protección suficientes, como mascarillas y guantes y si un profesional resulta infectado obligará a poner en cuarentena a los compañeros con los que tuvo contacto, lo que disminuirá el personal en los centros médicos en un momento en el que son de vital importancia.
Una medida controvertida que sí aprobó el gobierno es el seguimiento con herramientas de espionaje a las personas infectadas, a la que se han opuesto partidos de la izquierda y movimientos que defienden los derechos sociales.
Según informó hoy el diario Yediot Ahronot, altos cargos del Ministerio de Salud han recomendado ya en varias ocasiones al primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, que imponga un cierre general y declare la situación de emergencia económica, que supondría el cierre de toda la infraestructura y empleo no esencial, publicó Télam.