El mundo está en vilo por el coronavirus. La Argentina, como otros países, decretó la cuarentena obligatoria.
En este contexto complejo, expertos vienen alertando por el impacto económico del coronavirus, como Juan Carlos De Pablo, quien sostuvo que hay una «buena noticia que es que el coronavirus va a pasar, la mala es que hay que prepararse para el próximo quilombo».
El economista advirtió que el PBI se resentirá y que hay muchos trabajadores que están enfrentando serias dificultades, al quedarse sin ingresos. En ese grupo figuran los profesionales independientes, los empleados de bares y restaurantes o los dueños de comercios que no están habilitados a levantar las persianas, entre muchos otros rubros.
Ante este panorama, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, dijo el viernes que el gabinete económico social elabora medidas para «monotributistas y trabajadores informales. Se está evaluando la situación. El tema ya fue planteado por el Presidente Alberto Fernández para los monotributistas y los trabajadores informales, como taxistas, mozos, azulejistas, jardineros; mucha gente que gana la diaria y que no está en situación de pobreza, pero que vive de eso, y hoy tiene dificultades».
Sucede que, a los 5 millones de monotributistas, se suman unas 7 millones de personas que enfrentan un panorama aun más desafiante: se trata de los trabajadores informales, comúnmente conocidos como quienes trabajan «en negro», así como los desocupados.
El último dato oficial del INDEC revela que hay 4.802.000 puestos de trabajo de asalariados sin aportes a la Seguridad Social y otros 1.900.000 desocupados urbanos. En su mayoría, son jefes del hogar o son responsables del ingreso familiar más importante.
El grueso de los puestos de trabajo de asalariados «en negro» comprende al personal doméstico (1.214.000 personas), comercio (701.000), tareas relacionadas con el agro (577.000), la construcción (518.000) y la industria (516.000).
Por desempeñarse en la precariedad y en la informalidad, difícilmente cobren sus jornales o sueldos durante la «cuarentena», como marca la Resolución del Ministerio de Trabajo para los trabajadores que siguen trabajando o lo hacen desde sus casas.
En promedio, este universo de personas percibe menos de la mitad de lo que cobran los que están registrados. Un aliciente es que los que tienen hijos menores, perciben la AUH (Asignación Universal por Hijo) y el próximo viernes 27 cobran un adicional de $ 3.103 por hijo, según informó la ANSeS.
Si la recesión hacía casi imposible encontrar empleo, la cuarentena directamente impide que los desocupados puedan desplazarse para buscar trabajo, sin contar que hay una semiparálisis de la actividad, con negocios directamente cerrados.