Un núcleo de más de un centenar de profesionales de la salud, entre médicos, enfermeros y kinesiólogos argentinos, regresó ayer a Buenos Aires procedente de Europa, donde estaban dando clases en universidades o completando posgrados, para sumarse al equipo sanitario que está trabajando para mitigar el avance del brote de coronavirus, la pandemia que afecta a todo el mundo.
Un avión de la empresa Edelweiss, perteneciente al grupo Lufthansa, arribó a las 19.37 al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. En principio, este vuelo estaba previsto que llegase a la Argentina en carácter de «ferry», es decir sin pasajeros, según habían indicado a Télam fuentes aeronáuticas. Pero los médicos y demás profesionales lograron movilizarse para arribar a Zurich.
El empresario argentino Eduardo Eurnekian, dueño de Corporación América, asumió los costos del vuelo chárter que trasladó a los médicos desde Barcelona a Zúrich.
Allí, el embajador en Berna, Luis María Kreckler, negoció con la empresa Edelweiss y el gobierno suizo, la posibilidad de que los profesionales pudiesen «abordar el vuelo de la empresa, que viajaría vacío», sin costo alguno, gestión en las que también intervino el ministro de Relaciones Exteriores Felipe Solá,
El propio canciller, más Kreckler, colaboró para la concreción del viaje, del mismo modo que también participaron el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, y el cónsul argentino en Barcelona, Alejandro Alonso.
Está previsto que el vuelo de Edelweiss parta de regreso a Zurich hoy a las 15.00, en tanto que también para mañana, están previstos cuatro vuelos de la compañía Delta, con destino a Atlanta, con escala en Santiago de Chile, que llevará de regreso a Estados Unidos a extranjeros que aún se encuentran en la Argentina. Ayer partió hacia París un vuelo de la compañía Air France, con el mismo objetivo.