El alcalde de La Chorrera en Panamá, Tomás Velásquez, luego de probar distintos métodos un tanto represivos para quienes incumplan con las medidas preventivas de distanciamiento social en medio de la crisis del coronavirus, finalmente decidió aplicar un castigo moral y comunitario, cuya eficacia fue muy cuestionada.
Las autoridades reunieron en la mañana del domingo a los que habían incumplido con las medidas en una especie de desfile y fueron obligados a caminar en fila, escoltados por uniformados, hacia algunos parques de la ciudad.
Una vez en el lugar, cada uno recibió una escoba y con la ayuda de carros cisterna limpiaron los parques, mientras algunos espectadores y hasta la propia prensa documentaban el suceso para luego difundirlo en redes sociales.
En un contundente mensaje, Velásquez sostuvo que “esta primera vez los sancionados tuvieron 24 horas de detención y una jornada de limpieza comunitaria, no obstante, los reincidentes tendrán hasta cuatro días de trabajo de aseo en lugares públicos de la ciudad”.