La pandemia mundial de coronavirus amenaza con interrumpir las tensas conversaciones de Argentina con sus acreedores para reestructurar su deuda, aumentando los riesgos de que el país caiga en un default y enfrente una rebaja en su calificación, dijeron a Reuters agencias calificadoras y tenedores de bonos.
Los líderes del país sudamericano han dicho que no pueden seguir cumpliendo con los pagos de deuda sin reestructurar los casi 70.000 millones de dólares en bonos y casi 45.000 millones de dólares que adeuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, el cronograma para presentar una propuesta a los acreedores a mediados de marzo y alcanzar un acuerdo para fin de mes se ha visto afectado en gran parte por la mortal pandemia de coronavirus, que causó la muerte de unas 36.000 personas en el mundo y que forzó al cierre de fronteras internacionales.
Eso podría tener un efecto dominó a medida que vencen los pagos. Argentina enfrenta alrededor de 22.000 millones de dólares en pagos en moneda extranjera este año en bonos, letras y préstamos, incluyendo al FMI.
“Creo que existe un riesgo mayor ahora que Argentina podría tomar la decisión de dejar de pagar su deuda externa”, dijo Todd Martínez, director de Fitch Ratings para deuda soberana latinoamericana, centrado en el Cono Sur.
“Porque, por todo tipo de razones, las negociaciones van a tomar un poco más de tiempo de lo que originalmente imaginaban, en gran parte debido a la crisis del coronavirus”, agregó.
Fitch, que tiene la calificación de deuda soberana de Argentina en “CC”, la reduciría a “RD” (incumplimiento restringido) si se omite un pago, o a la calificación “C” durante cualquier período de gracia de pago.
DURAS NEGOCIACIONES
Eso podría ser más probable ya que las conversaciones se estancaron por la pandemia, que ha llevado a Argentina a cerrar sus fronteras e imponer una cuarentena obligatoria hasta mediados de abril.
“Se necesitarán algunas negociaciones difíciles para llegar a un acuerdo que cubra un universo suficiente de inversores, y eso es particularmente complicado dado el brote de coronavirus”, dijo un tenedor de bonos argentinos que canceló un viaje al país debido al virus.
“La finalización de un acuerdo con los tenedores de bonos antes de finales de este mes (marzo) nunca va a suceder. Será muy difícil lograr un acuerdo para el 75% de los tenedores de bonos. Un calendario de seis meses a partir de ahora es más realista”, advirtió.
Algunos de los bonos de Argentina tienen cláusulas de acción colectiva, que requieren que las enmiendas a una sola serie de bonos sean aprobadas por los tenedores del 75% del capital.
El Ministerio de Economía declinó hacer comentarios. Una fuente informada sobre los planes del Gobierno dijo que si bien el virus había afectado el cronograma, la demora no debería ser demasiado significativa y un retraso de seis meses “no era ni remotamente realista”.
“Estamos en medio de una crisis global, como todos podemos ver”, dijo la fuente, y agregó que una propuesta formal en abril era “factible”.
“Creo que en el corto plazo podría haber tanto una oferta como un acuerdo”, señaló.
Se espera que Argentina presente pautas para la reestructuración esta semana, pero no una oferta formal, informó Reuters el lunes.
¿NUEVO PLAZO “PROVISORIO”?
Los tenedores de bonos y las agencias de calificación crediticia dijeron que el plazo inicial ha sido muy corto desde el principio.
“El plazo de final de marzo siempre fue poco realista. Es demasiado ambicioso dada la complejidad de la reestructuración”, dijo Nick Eisinger, director de mercados emergentes de renta fija en Vanguard.
Eisinger dijo que un nuevo plazo “provisorio” ahora podría ser el 7 de mayo.
Otro tenedor de bonos en uno de los principales comités de acreedores dijo que algún tipo de acuerdo para fines de abril podría ser posible, aunque la gente necesitaba un par de semanas para adaptarse a la nueva situación con la propagación del virus.
El presidente argentino, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, han sostenido que el país no puede pagar sus obligaciones de deuda hasta que se le dé tiempo para reactivar la economía, que ha estado sumida en una recesión desde 2018.
El lunes Fernández dijo a la emisora local Radio con Vos que “nunca es bueno quedar en default”, pero que el país atraviesa una situación muy delicada.
“Necesitamos tiempo, hoy no podemos pagar”, señaló.
Guzmán dijo a Reuters a principios de marzo que todas las partes involucradas en las negociaciones tendrían que ser flexibles debido a la pandemia, y que la fecha límite podría extenderse, aunque dijo que sería por “cuestión de días”.
Lisa Schineller, líder de análisis de calificaciones soberanas en S&P Global Ratings, destacó que la agencia estaba trabajando sobre la base de que Argentina mantendría el ritmo de los pagos, pero que las conversaciones estancadas agregaron un grado de riesgo.
S&P, que recientemente rebajó la calificación de México debido al impacto del coronavirus, tiene una calificación CCC para Argentina con una perspectiva negativa.
“Cuanto más se tarda, más se presenta el riesgo de una falta de pago”, dijo Schineller. “Si hubiera signos evidentes de una posible falta de pago, podríamos actuar”, agregó.
Fuente: Reuters