La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) redujo la previsiones de crecimiento económico del 1,3% que había establecido este año para la región y que ahora, debido a la pandemia del coronavirus, oscilan en una recesión de entre el 1,8 % y el 4,0 %.
En un documento titulado ‘América Latina y el Caribe ante la pandemia del COVID-19. Efectos económicos y sociales’, el organismo alertó que el impacto económico final dependerá de las medidas que se tomen a nivel nacional, regional y mundial.
Precisó que la pandemia afecta a la región a partir de la disminución de la actividad económica de sus principales socios comerciales, ya que el volumen y el valor de las exportaciones se reducirán por la recesión mundial, a lo que se sumará la caída de los precios de los productos primarios.
También destacó la crisis geopolítica por la drástica reducción del 24 % de los precios del petróleo registrada a principios de este mes y la interrupción de las cadenas globales de valor que, en América Latina, afectaría principalmente a México y Brasil porque representan los sectores manufactureros más grandes de la región.
Con respecto al mercado turístico, explicó que los pequeños estados insulares en desarrollo del Caribe, entre los que se encuentran Bahamas, Barbados, Cuba, Haití, Jamaica y República Dominicana, serían los más afectados con una contracción del 25 % en el sector para este año.
Por otra parte, consideró que los sectores más perjudicados por las medidas de distanciamiento social y cuarentena son el comercio, el transporte y los servicios empresariales y sociales, ya que proveen el 64 % del empleo formal, además de las actividades informales que representan el 53 % del empleo en la región y que se basan principalmente en contactos interpersonales que hoy están vedados.
La CEPAL agregó que el impacto en el comercio internacional agrava las perspectivas del comercio exterior de América Latina y el Caribe que, de por sí, ya eran débiles debido al acuerdo que China y Estados Unidos celebraron en enero y a través del cual el país asiático se comprometió a aumentar sus importaciones de bienes y servicios a los Estados Unidos por lo menos en 77.000 millones de dólares en 2021, lo que desplazaría las exportaciones latinoamericanas y caribeñas a China en las mismas categorías de productos.