El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) cerraron este viernes su asamblea primaveral con el objetivo común de asistir a los países más afectados económicamente por la pandemia del coronavirus, que provocará una crisis similar a la de la Gran Depresión.
Los máximos responsables del FMI y del BM, Kristalina Georgieva y David Malpass, respectivamente, que tomaron posesión de sus cargos en 2019, tienen ante sí en su primer año de mandato el reto de coordinar una respuesta efectiva a la crisis económica que todos los países del mundo sufrirán en 2020.
Las proyecciones de los dos organismos apuntan a una «recuperación parcial» de cara a 2021, aunque la incertidumbre sobre la respuesta sanitaria al problema global aún deja abierta la posibilidad de que este restablecimiento tarde más en llegar.
En una rueda de prensa virtual este viernes Malpass advirtió de que «los países más pobres y vulnerables» del mundo serán los más afectados por la actual pandemia.
«Los países más pobres y vulnerables probablemente serán los más afectados. El Banco Mundial está tomando medidas amplias y rápidas para reducir la propagación de COVID-19 y ya tenemos operaciones de respuesta en más de 65 países», dijo Malpass en una rueda de prensa virtual.
Además, alertó de que el coronavirus causará una «gran recesión global», por lo que los organismos multilaterales pretenden responder «de manera contundente y masiva» con programas de apoyo especialmente dirigido a las naciones más pobres.
El jefe del BM explicó que esos países están sufriendo más a medida de que la pandemia se extiende, ya que está provocando «interrupciones» en las cadenas de suministro de alimentos a nivel nacional y en el empleo.
UN CENTENAR HAN PEDIDO AYUDA
Hasta el momento, más de la mitad de los 189 Estados miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) han solicitado ya asistencia financiera al organismo ante la emergencia desatada por la pandemia del coronavirus, afirmó este jueves Georgieva.
«El problema es gigante, tenemos que movernos con rapidez. Es una emergencia como ninguna otra», destacó Georgieva en una rueda de prensa al término de la reunión del Comité Financiero y Monetario del Fondo, que se celebró de manera virtual por la pandemia.
Un centenar de países han acudido ya a la institución financiera, indicó, y se espera que para finales de abril el Directorio Ejecutivo del Fondo apruebe programas de asistencia de rápido desembolso para la mitad de ellos.
Hasta ahora, 15 ya han recibido la luz verde del organismo, entre ellos, El Salvador, Ecuador, Madagascar, Ruanda o Togo.
La realidad es que en sus más de 75 años de historia, el FMI no había lanzado unas proyecciones semejantes a las hechas públicas esta semana: la economía mundial caerá un 3 % en 2020 debido al impacto de la pandemia del coronavirus, lastrada por la contracción de EE.UU. del 5,9 %, del 7,5 % en la zona euro y 5,2 % en Japón.
En la reunión del Comité de Desarrollo de ambos organismos celebrada este viernes, los gobernantes del FMI y del BM concluyeron que «la disminución en la confianza de los inversores globales ha endurecido severamente las condiciones de financiamiento externo para los países de todo el espectro de ingresos».
Además, la pandemia está interrumpiendo el comercio, las cadenas de suministro y los flujos de inversión y deja inactivo el capital financiero y humano, mientras que las remesas, los ingresos por transporte y los ingresos por turismo han disminuido rápidamente.
«Pedimos al BM y al FMI que ayuden a los países a mitigar estas interrupciones y apoyar los esfuerzos para preservar los empleos y aumentar la confianza», señalaron los gobernantes en un comunicado.
Para hacer frente a esta crisis, Malpass anunció este viernes que los bancos multilaterales del mundo cuentan con un total de 240.000 millones de dólares en ayudas de emergencia disponibles para los países golpeados por la pandemia.
El FMI celebró esta semana, junto con el BM, su tradicional asamblea de primavera, pero en esta ocasión adoptó un formato virtual debido a la pandemia del coronavirus.