Otro episodio de extrema violencia se registró hoy en Santa Cruz en el marco de los estrictos controles que realizan las fuerzas de seguridad en la vía pública para que se respete el aislamiento social, obligatorio y preventivo a la expansión del Coronavirus COVID 19.
El nuevo suceso se originó alrededor de las 18:00 en Caleta Olivia cuando el conductor de un auto VW Gol de color rojo con capot negro, que iba acompañado por otros tres individuos, no quiso detenerse en un control que realizaban policías de una comisaria y motociclistas del Comando Radioeléctrico en la esquina de las calles Mosconi y Salaberry, zona del barrio 26 de Junio, a pocas cuadras del microcentro.
Lejos de acatar la orden de frenar la marcha, el conductor aceleró y se dio a la fuga luego de atropellar a un suboficial del Comando, identificado como Federico Vargas.
El mismo quedó en el suelo acusando lesiones cuya gravedad se desconocía hasta el cierre de este informe, pero se supo que estaba consciente.
De inmediato y desde ese mismo lugar, se inició una vertiginosa persecución del VW, al tiempo que iban sumando otros móviles patrulleros que circulaban por diferentes sectores del ejido urbano.
El rodado de la fuga se detuvo frente a una vivienda de la calle Mata Negra del barrio Jardín donde descendieron los cuatro ocupantes y dos de ellos habrían logrado alejarse rápidamente.
Los policías procedieron a reducir el conductor de apellido Sánchez, de aproximadamente 18 años, pero en medio de la escaramuza aparecieron varios familiares y amigos para defenderlo, entre ellos su madre quien habría utilizado un palo u otro elemento contundente para atacar a los uniformados.
Como resultado de la violenta pelea hubo varios contusos, entre ellos cuatro policías, hasta que la situación pudo ser controlada por la fuerzas de seguridad y por el momento trascendió que habría a menos dos detenidos, entre ellos el conductor del VW Gol.
Vale recordar que el anterior caso de violencia por controles preventivos, con drásticas consecuencias, ocurrió el viernes en Puerto Deseado cuando un suboficial de la Prefectura Naval, Ricardo Soto, fue asesinado de un balazo a quemarropa por un individuo de 21 años, Pedro Espinoza, quien poco después mantuvo un enfrentamiento armado con varios policías que lograron abatirlo.