“Nos enfrentamos a una situación excepcional que va a durar”, señaló el director general de Sanidad, que llamó a los franceses a “respetar el confinamiento”.
Desde que el 1 de marzo se registró la primera muerte, Francia acumula más de 12 mil fallecimientos a causa de la pandemia del nuevo coronavirus. Así lo indicó este jueves el director general de Sanidad, Jérôme Salomon, en su rueda de prensa diaria.
En total, 12.210 personas fallecieron a causa de esta epidemia en el país, de las cuales 8.044 murieron en hospitales y 4.166 en residencias de ancianos. De esas cifras, 424 decesos se registraron en las últimas 24 horas.
«Nos enfrentamos a una situación excepcional que va a durar», declaró Salomon, que llamó a los franceses a «respetar el confinamiento», en vigor desde el 17 de marzo y que el próximo lunes será ampliado por el presidente francés, Emmanuel Macron.
Sin embargo, Francia mira una cifra con esperanza. En una nota positiva, Salomon señaló que por primera vez se ve una caída en el número de enfermos en cuidados intensivos, con 7.066 pacientes, es decir 82 menos que el miércoles.
Por su parte, Emmanuel Macron se reunió con el doctor Didier Raoult, que defiende el uso del antipalúdico cloroquina para combatir el coronavirus. El jefe de Estado llegó por la tarde al Instituto Hospitalario Universitadio (IHU) Mediterráneo de Marsella, donde trabaja Raoult, para hablar sobre los posibles remedios contra el coronavirus, indicó la presidencia.
Raoult está en el centro de un debate mundial sobre el uso de la cloroquina y de la hidroxicloroquina para combatir el coronavirus. Según este doctor, que publicó dos estudios, la cloroquina, habitualmente utilizada para combatir la malaria, ha mostrado señales de «eficacia» contra el coronavirus.
Algunos médicos y líderes políticos pidieron que se generalice el uso de ese medicamento, al que el presidente estadounidense, Donald Trump, calificó como «regalo del cielo».
Pero una gran parte de la comunidad científica y de las organizaciones exigen una validación científica rigurosa previa antes de administrarlo, advirtiendo del riesgo que podrían correr los pacientes.
La visita de Macron, que viajó sin periodistas, no estaba prevista en su agenda. El miércoles el Elíseo anunció que el jefe de Estado hablará por televisión el lunes y que antes «consultará a un gran número de actores públicos y privados» para «abordar con ellos los grandes temas relativos a la COVID-19 y preparar las decisiones que serán anunciadas».
Se cree que 1,6 millones de franceses podrían estar infectados de COVID-19, según una estimación realizada por el sindicato de médicos generalistas de Francia.
Mientras tanto, un ensayo clínico que preveía administrar a enfermos de COVID-19 una solución a base de sangre de un gusano marino con propiedades altamente oxigenantes fue detenido el jueves en Francia, después de que se retirara de urgencia la autorización que había recibido, publicó El Clarín.
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