Médicos sin Fronteras (MSF), Médicos del Mundo y Cruz Roja, avezados en la lucha contra epidemias letales en otros continentes, se han unido a la lucha contra el coronavirus descargando los servicios de urgencia y asesorando a los sanitarios en medidas de protección.
“Ponemos 45 años de experiencia en emergencias sanitarias al servicio de la sanidad española y lo hacemos con cabeza fría porque la prioridad es salvar vidas y descongestionar las urgencias y las unidades de cuidados intensivos”, asegura a EFE Luis Encinas, asesor médico de MSF para COVID-19 y experto en campañas en África contra el mortal virus del ébola.
También la directora general de Médicos del Mundo España, Elena Urdaneta, destaca la importancia de “actuar con mentalidad de emergencias” en una “España desbordada”, como llevan haciendo desde hace más de 20 años en países en vías de desarrollo y en condiciones extremas, como ella misma vivió con el ébola en Sierra Leona.
Y este patógeno tan contagioso también fue enseñó a los efectivos de la Cruz Roja a protegerse y a delimitar espacios y crear circuitos para los pacientes infecciosos en África, como relata a EFE la directora de Salud de esta organización humanitaria en España, Carmen Martín.
Hospitales de campaña para aliviar urgencias
Estas tres ONG, que también asesoran a las autoridades sanitarias, han habilitado espacios anexos a hospitales de diferentes ciudades españolas con el fin de descongestionar los servicios de urgencias.
MSF, en la Comunidad de Madrid, ha organizado estructuras junto a los hospitales Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y Leganés con más de doscientas camas y, en Barcelona, en los hospitales del Mar y Vall d’Hebron, entre otros.
Se trata de atender los casos menos urgentes de COVID-19 y derivar pacientes que requieran ingreso hospitalario.
Además, y entre otros cometidos, MSF está asesorando en residencias de mayores en la evaluación de riesgos e implementación de medidas de higiene y protección para reducir la transmisión dentro de estos centros.
“En las residencias la situación es bastante desesperada, hay que enseñar al personal auxiliar a protegerse y a actuar en esta situación tan complicada”, indica Luis Encinas.
El representante de MSF sintetiza la acción en esta crisis sanitaria en tres claves: cabeza fría, empatía y saber coordinar con el fin de proteger a los sanitarios y evitar los contagios.
Médicos del Mundo persigue los mismos objetivos. Desde esta semana funciona un espacio de campaña instalado junto al hospital Gregorio Marañón de Madrid para aliviar su servicio de urgencias y clasificar a los pacientes que necesiten ser ingresados y derivarlos.
También trabajan con los sanitarios con un protocolo de protección, desde los equipamientos personales hasta circuitos y delimitación de zonas, en tareas de limpieza o en la gestión de los residuos.
Y no aparcan sino que refuerza su dedicación a los grupos vulnerables (personas sin hogar, inmigrantes o mujeres en la prostitución).
“Parar la epidemia también es atender a estos colectivos”, reclama Elena Urdaneta a las autoridades administrativas.
Cruz Roja, por su parte, tiene una amplia labor sanitaria y social, ahora intensificada en la lucha contra el coronavirus.
Además de seis hospitales concertados con la sanidad pública en distintas ciudades (el de San Sebastián está dedicado solo a pacientes con COVID-19), despliega puestos de triaje o toma de muestras en Navarra, Alicante o La Rioja.
Asimismo, realiza valoraciones médicas de mayores en residencias de Madrid o gestiona un espacio de campaña para atender hasta cien personas en Santa Cruz de Tenerife y tiene más 600 ambulancias a disposición.
Los voluntarios van creciendo con esta crisis, ya llegan a los 12.000 gracias al Plan Responde contra el COVID-19 de Cruz Roja que también se ha propuesto llamar uno por uno a los 400.000 personas vulnerables que precisan teleasistencia, como los mayores que pasan parte del tiempo solos, para conocer sus necesidades y prestarles ayuda y orientación.