Trajes EPI, test PCR, “pico” de la curva, mascarillas filtrantes… son algunos de los términos más repetidos en las últimas semanas y cuyo significado, quizás, no tengamos del todo claro. ¿Sabes qué diferencia hay entre las mascarillas higiénicas, las quirúrgicas y las filtrantes?, ¿o qué elementos componen los Equipos de Protección Individual que deben llevar los sanitarios en contacto con personas contagiadas? En EFE salud te lo explicamos.
La pandemia del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad Covid-19, ha puesto de relieve la importancia de seguir unas estrictas medidas de higiene, para garantizar la integridad física de las personas y evitar contagios, a través de ciertos elementos que son clave en la lucha contra el virus.
En las informaciones que escuchamos y leemos a diario se repiten términos y expresiones que muchos desconocíamos hasta ahora, como PCR o EPI; conceptos que, probablemente, con la rapidez informativa de los últimos tiempos, no hayan quedado suficientemente claros.
Por eso en EFE salud te explicamos de forma sencilla qué son y cómo deben usarse algunos de los elementos clave en la lucha contra el nuevo coronavirus.
Traje EPI
Hace referencia al Equipo de Protección Individual que deben llevar los trabajadores (de distintos ámbitos, no exclusivamente el sanitario) para protegerles de los riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el entorno laboral.
En el caso del personal sanitario, potencialmente expuesto al riesgo biológico producido por la Covid-19, el Ministerio de Sanidad recomienda el uso de:
Protección respiratoria: mascarilla quirúrgica para los pacientes confirmados o en investigación y autofiltrante tipo FFP2 para los sanitarios que estén en contacto con ellos.
Guantes y ropa de protección que proteja su uniforme de trabajo de la posible salpicadura de fluidos biológicos. Este tipo de ropa puede ofrecer distintos niveles de hermeticidad tanto en su material como en su diseño, cubriendo parcialmente el cuerpo -batas, delantales, manguitos o polainas-, o el cuerpo completo. Se recomienda que esta ropa de protección biológica sea de un solo uso.
Protección ocular y facial cuando haya riesgo de contaminación de los ojos a partir de salpicaduras o gotas.
PCR
Elementos clave coronavirus
Infografía sobre métodos de diagnóstico del Covid-19 elaborada por el Ministerio de Sanidad
Como explican desde el Ministerio de Sanidad, hay dos formas de diagnosticar la Covid-19 a pacientes con síntomas: a través de los llamados PCR y mediante los “test rápidos”.
Test PCR (siglas en inglés de Reacción en Cadena de la Polimerasa): Se elabora a partir de una muestra respiratoria y, a diferencia de los test rápidos, cuyo resultado se conoce prácticamente al momento, estos requieren de varias horas para arrojar un diagnóstico.
Es la prueba tradicional que se lleva empleando desde el principio de la epidemia, y permite detectar el ARN del virus, un fragmento de su material genético. Tiene un alto grado de sensibilidad y es el más fiable para detectar la infección.
Test rápidos: se hacen a partir de dos muestras, una sanguínea y otra respiratoria, y el resultado se conoce a los pocos minutos de realizarse. Si es positivo, se establece el diagnóstico y, si es negativo, se realiza un test PCR para confirmarlo, ya que su grado de sensibilidad es bastante más fiable (en los test rápidos la sensibilidad oscila entre un 64 y un 80 %).
Estos test, a diferencia de los PCR, no identifican el ARN del virus, sino anticuerpos producidos frente al virus o proteínas de este.
Mascarillas
Al principio de la crisis su uso solo se aconsejaba para pacientes confirmados y personas que pudieran estar en contacto con ellos. Sin embargo, la recomendación actual del Ministerio de Sanidad es usar las de tipo higiénico -no médico- en espacios concurridos en los que exista dificultad para mantener la distancia social de al menos 1 metro y siempre de forma complementaria a otras medidas preventivas como la higiene de manos.
Mascarillas quirúrgicas
Son las que se utilizan en cirugías y otros procedimientos médicos. Ejercen de barrera al estornudar o toser para evitar la emisión de gotículas respiratorias “de dentro a fuera”, por lo que, aunque evitan la transmisión del agente infeccioso, su eficacia a la hora de prevenir el contagio es limitada. Se recomiendan para pacientes diagnosticados de Covid-19 o casos en investigación, y para las personas que les acompañan.
Mascarillas filtrantes
También llamadas autofiltrantes, contienen un filtro de micropartículas gracias al cual pueden proteger “de fuera hacia dentro” en distintos grados. Se clasifican en base a su rendimiento en:
- FFP1 (filtro de partículas tipo P1): tienen una eficacia de filtración mínima del 78 % y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 22 %. Suelen emplearse frente a partículas de material inerte y no se recomiendan para uso médico.
- FFP2 (filtro de partículas tipo P2): tienen una eficacia de filtración mínima del 92 % y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 8 %. Se utilizan frente a aerosoles de baja o moderada toxicidad. Son las recomendadas para el personal sanitario expuesto a Covid-19.
- FFP3 (filtro de partículas tipo P3): tienen una eficacia de filtración mínima del 98 % y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 2 %. Se utilizan frente a aerosoles de alta toxicidad.
- Tanto la FFP2, como la FFP3, protegen frente a la infección del coronavirus y podrían evitar la transmisión, pero deben reservarse para profesionales sanitarios que atiendan a personas infectadas; en especial, las FFP3.
Mascarillas higiénicas o de barrera
Están destinadas a personas sin síntomas que no sean susceptibles de utilizar mascarillas médicas -quirúrgicas y filtrantes-.
El objetivo de su uso es reducir el riesgo de transmisión del virus, aunque parece que su eficacia para prevenir el contagio de quien la porta es muy limitada. Las hay reutilizables y no reutilizables.
Elementos clave coronavirus
Infografía sobre el uso correcto de guantes frente al coronavirus elaborada por el Ministerio de Sanidad
Las autoridades advierten de que no deben utilizarse para salir a la calle como medida de protección frente a la Covid-19 y es preferible la higiene de manos frecuente.
¿Por qué? Por la falsa sensación de seguridad que nos dan. Y es que los guantes, cuando se usan durante un periodo de tiempo prolongado, pueden ensuciarse y contaminarse, y si te tocas después la cara con ellos o no te los quitas adecuadamente, podrías quedar expuesto al virus.
Por eso lo aconsejable es usarlos únicamente en los comercios para coger la fruta y la verdura (como hasta ahora) y lavarse las manos frecuentemente, incluso después de quitárnoslos.
Lavado de manos
La correcta higiene de manos es una medida esencial para la prevención de infecciones como la provocada por el nuevo coronavirus.
Desde el Ministerio de Sanidad aconsejan lavárselas tras estornudar, toser o sonarse la nariz, o después de estar en contacto con alguien que lo ha hecho; después de usar el baño o estar en contacto con superficies que hayan podido tocar otras personas, como en el transporte público o tras ir al supermercado; y antes de comer.
Se debe hacer usando agua y jabón, por un tiempo de entre 40 y 60 segundos, frotando a conciencia todas las zonas de la mano. Al terminar, lo mejor es secarlas con una toalla de un solo uso o que solo usemos nosotros, o con papel.
Distanciamiento social
El distanciamiento social es una de las medidas que han establecido las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus.
El motivo es que el nuevo coronavirus se transmite por el contacto con las secreciones respiratorias de las personas contagiadas, que pueden infectarnos si entran en contacto con nuestra boca, ojos o nariz.
Las autoridades han estipulado una distancia prudencial entre las personas de entre uno y dos metros porque es el alcance que pueden tener las partículas respiratorias cuando tosemos o estornudamos.
“El pico de la curva” y “doblegar la curva”
Son expresiones que hemos oído de forma recurrente durante las últimas semanas, pero, ¿a qué curva nos referimos exactamente?
Se trata de un gráfico que muestra la evolución del Covid-19 (contagios, muertes y recuperados) a lo largo del tiempo. El pico se alcanza -Sanidad asegura que lo hemos pasado ya- cuando se produce el número máximo de casos y, a partir de ese momento, empieza la fase de ralentización, lo que se conoce como “doblegar la curva”; un periodo en el que el número de casos desciende progresivamente hasta lograr la estabilización, y los curados superan a los nuevos contagios, lo que sucede en España desde hace varios días.
El estado de esa curva, que se actualiza diariamente, se puede consultar en la web del Instituto de Salud Carlos III, que elabora el registro basándose en datos del Ministerio de Sanidad.
Así lo explicaba al principio de la crisis el director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias, Fernando Simón.