“Es un plan estratégico en el cual tenemos una gran expectativa», afirmó Arnaldo Medina, secretario de Calidad en Salud del Ministerio de Salud de la Nación. La transfusión impediría que la patología pulmonar progrese.
El secretario de Calidad en Salud del Ministerio de Salud de la Nación, Arnaldo Medina, sostuvo que con la transfusión de plasma “tenemos la posibilidad de aplicar el tratamiento a pacientes” con coronavirus con el objetivo de que “la enfermedad pulmonar no progrese” y para ello hay que “hacer ensayos clínicos y esperar resultados”.
“Es un plan estratégico en el cual tenemos una gran expectativa” porque “gracias a esta posibilidad que hemos tenido con el aislamiento nos ha permitido a los argentinos, entre otras cosas, mejorar nuestras capacidades científicas y técnicas”, dijo el funcionario al canal C5N.
Medina sostuvo que el tratamiento “se viene realizando en otros lugares del mundo” y precisó que comenzó en China “al inicio de la pandemia, y en el cual no existen resultados contundentes”.
Sobre la posibilidad de aplicar el tratamiento a pacientes que están cursando la enfermedad, indicó que “hay dos variantes: una es el ensayo clínico a nivel nacional, que es el que propicia el Ministerio de Salud de la Nación, pero también otras seis instituciones privadas”.
La cartera que conduce Ginés González García creó un plan estratégico para regular el uso de plasma de pacientes recuperados de coronavirus con fines terapéuticos a través de la resolución 783/2020.
“Lo que buscamos todos son resultados en cuanto a la seguridad, es decir, que este tratamiento no causa daños a los pacientes, y a su eficacia, demostrando que realmente logra el objetivo de ser beneficioso”, dijo.
Señaló que uno de los efectos que se busca evitar para quien recibe la donación es el alérgico y que “es parte del estudio también, demostrar qué efectos tiene” y añadió que “en tal caso no es específico de esta patología, sino que tiene que ver con la transfusión en general”.
El funcionario señaló que “el objetivo” es “aplicarlo en forma oportuna y que la enfermedad pulmonar no progrese, evitando el ingreso de los pacientes a la asistencia mecánica respiratoria, al uso de respirador, lo que bajaría notoriamente la mortalidad”.
Recordó que “a través de los estudios del doctor Julio Maiztegui en los años 70 con la fiebre hemorrágica argentina, cuando se pudo hacer tratamientos con plasma en pacientes convalecientes, y así disminuyó la mortalidad, que pasó de un 40 por ciento, a un tres o cuatro por ciento”.
Ante la consulta de cuántas personas se benefician con una donación, Medina explicó que “en un paciente de más de 100 Kg se puede extraer aproximadamente 800 mililitros de plasma, pero el promedio de los pacientes dona unos 600, lo que sirve para tres pacientes, porque se fracciona cada 200 mililitros».
“Cada paciente puede donar varias veces, hasta 24 veces en el año y se puede donar hasta cuatro veces en el mes, como techo, dejando pasar como mínimo 76 horas entre donación y donación”, agregó.
Otra de las vertientes que tiene el Plan “es la producción de una gammaglobulina específica, es decir un medicamento, que como tal se tiene que producir en forma industrial y para esto estamos trabajando con el Laboratorio de Hemoderivados de la ciudad de Córdoba”.
“Hay que ser moderados porque se necesitan ensayos clínicos y esperar resultados», evaluó.
Destacó que «el Instituto de Hemoderivados de Córdoba» es un orgullo nacional y es único en Latinoamérica» que «permitiría producir como si fuera un medicamento que administraría a los pacientes a través de ampollas que requiere mucho más plasma y también pasos previstos que tienen que ser aprobados por ANMAT”.