La Patagonia enfrenta una temporada de incendios forestales con recursos significativamente reducidos. El Gobierno nacional recortó partidas clave para prevención y combate de fuego, generando alarma en comunidades que aún se recuperan de incendios recientes, como el del Valle Magdalena.
Con un presupuesto mermado y condiciones climáticas adversas, la región se prepara para un verano de alto riesgo.
Recortes Presupuestarios y Mayor Vulnerabilidad
El presupuesto del Servicio Nacional de Manejo del Fuego se redujo a apenas dos tercios del ejecutado en 2023, mientras que Parques Nacionales sufrió una caída real del 40.1%. Estos recortes limitan la capacidad de prevención y respuesta en regiones críticas como Neuquén, que alberga cuatro parques nacionales extensos y propensos a incendios.
Lecciones del Incendio del Valle Magdalena
El incendio de enero pasado, que consumió más de 12,000 hectáreas y requirió más de mil brigadistas y 17 medios aéreos, dejó en evidencia la vulnerabilidad de la Patagonia. La sequía, los vientos y la topografía complicaron las tareas de control, y la recuperación ambiental llevará décadas. Este evento subraya la necesidad de inversión sostenida en prevención.
Impacto Laboral y Operativo en Brigadistas
Los contratos de brigadistas y personal técnico se flexibilizaron, reduciéndose a renovaciones mensuales que impiden la planificación a largo plazo. «Nos renuevan mes a mes, no hay estabilidad», alertan desde los parques nacionales. Esta inestabilidad laboral debilita la capacidad operativa en territorios donde la experiencia y la continuidad son cruciales.
Preocupación Local y Proyecciones Climáticas Alarmantes
Intendentes de localidades patagónicas expresan su preocupación por la falta de equipamiento y brigadas permanentes. Las proyecciones climáticas para el verano anticipan sequía prolongada, olas de calor y vientos intensos, creando condiciones ideales para incendios de rápida propagación. El escenario recuerda a crisis recientes en Europa y Australia.
Consecuencias Económicas y Sociales
Cada incendio no solo afecta el ecosistema, sino también la economía local, dependiente del turismo. Evacuaciones, cortes de rutas y desplazamientos de recursos dejan marcas profundas en comunidades que ya enfrentan limitaciones presupuestarias. La imagen de montañas cubiertas de humo ahuyenta visitantes y perjudica a pequeños productores.
Un Verano en la Cuerda Floja
La Patagonia se enfrenta a una temporada de incendios con menos herramientas que nunca. Los recortes presupuestarios, la inestabilidad laboral de los brigadistas y las condiciones climáticas adversas configuran un escenario de alto riesgo. La pregunta que resurge es: ¿quién responderá cuando el fuego avance? La necesidad de un plan integral de prevención y acción es más urgente que nunca. La información de esta nota fue extraída del medio La17.