El dólar ha logrado una relativa estabilidad en agosto, operando alrededor de los $1335, por debajo del máximo de $1380 registrado a fines de julio. Según analistas de consultoras privadas.
El Gobierno priorizará mantener el tipo de cambio «planchado» hasta las elecciones legislativas de octubre, aunque advierten que esta estrategia tiene un alto costo: tasas de interés récord que impactan negativamente en la actividad económica.
La Estrategia Oficial: Estabilidad Cambiaria a Costo de Tasas Altas
Los especialistas coinciden en que la administración actual está dispuesta a sostener tasas de interés «ridículamente altas» para contener el dólar y evitar presiones inflacionarias de cara a los comicios. Sin embargo, este enfoche implica un enfriamiento de la economía y un aumento del nerviosismo en el mercado financiero. Consultoras como Econviews destacan que, a medida que se acerque octubre, la presión sobre las tasas podría intensificarse aún más si los inversores anticipan un giro en la política económica postelectoral.
El Desafío Postelectoral: Buscar un Nuevo Equilibrio
La gran incógnita es qué sucederá después del 26 de octubre. Los economistas proyectan que el Gobierno buscará un nuevo equilibrio con un dólar más alto y tasas más bajas. Un informe de Equilibra plantea dos escenarios posibles: si el oficialismo triunfa en las elecciones, podría bajar las tasas y reabrir el financiamiento externo sin una fuerte devaluación; en caso contrario, el Banco Central podría verse obligado a comprar divisas para cumplir las metas de reservas del acuerdo con el FMI, lo que implicaría una corrección cambiaria.
Riesgos y Oportunidades en el Camino Tortuoso
La consultora LCG advierte que los 65 días que faltan hasta las elecciones pueden ser «demasiado tiempo» para sostener la dinámica actual sin sobresaltos. Las tasas reales positivas podrían dejar de ser suficientes para moderar la demanda de dólares, usualmente alta en períodos electorales. No obstante, un desenlace favorable para el oficialismo podría disipar riesgos y permitir una normalización gradual de la política monetaria y cambiaria.
Mientras el Gobierno apuesta a aguantar hasta octubre con el dólar estable y tasas altas, los analistas coinciden en que el camino es tortuoso y lleno de incertidumbres. La clave estará en el resultado electoral y en la capacidad de la administración para construir un nuevo equilibrio que permita descomprimir la economía, acumular reservas y reducir el riesgo país sin generar desestabilización cambiaria. La información fue reportada inicialmente por el medio TN.