La manga que generó la alerta entró a Argentina a finales de mayo procedente de Paraguay y, según señaló el Gobierno brasileño, está compuesta por langostas de la especie Schistocerca cancellata, que pueden recorrer hasta 150 kilómetros por día y que, en millones de ejemplares juntos, pueden arrasar con cultivos de cereales, pastos y otras gramíneas.
La “nube” avanza de acuerdo con las condiciones favorables que encuentran en el camino, como el clima cálido y seco, el viento y la comida.
Otra de sus características es que viven en manada y terminan formando “nubes” para buscar alimento y facilitar su reproducción. Los machos miden 4 centímetros y las hembras son más grandes: 6 centímetros. Los adultos tienen una enorme mandíbula, capaz de devorar una rama en segundos. Se alimentan de cualquier tipo de verduras que encuentren en su camino pero no atacan a seres humanos ni a animales.
En cuanto a cómo se establece una “nube” como esta, una de las razones que más incide es el factor climático: el clima cálido y seco facilita su formación. Otro motivo es la eliminación de los enemigos naturales de las langostas, como pájaros, ranas, hongos y bacterias, en parte explicado por el uso indebido de insecticidas.