Alberto Fernández recibirá mañana al gobernador bonaerense, Axel Kicillof y al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para empezar a delinear la nueva fase de cuarentena obligatoria más flexible a partir del sábado próximo y diagramar nuevas definiciones sanitarias para encarar la pandemia de COVID-19.
El encuentro del Presidente con los máximos referentes del AMBA está prevista para las 19 en la residencia de Olivos y se llegará allí luego de dos reuniones clave que hubo hoy: por un lado, un encuentro de ministros de la CABA y de la administración porteña y, por otro lado, la reunión de Kicillof con los intendentes del Conurbano.
Tanto en la Casa Rosada como en La Plata y en la Ciudad de Buenos Aires hay un amplio consenso para abrir la cuarentena de Fase I que rige desde el 1 de julio y que el viernes 17 culmina. La idea es que mañana se empiecen a delinear los mecanismos de la nueva cuarentena que aún no hay fechas de extensión aunque sí existe la idea de flexibilizarla.
“Los indicadores recientes, el ánimo de la gente y la reducción del transporte que se cumplió en estos 15 días indican que podemos marchar hacia una cuarentena más flexible sin perjuicio de volver atrás si se disparan los contagios”, reveló un allegado al gobernador Kicillof.
Es probable, como viene ocurriendo en los últimos anuncios, que antes de tomar la definición cerrada el presidente Alberto Fernández se reúna con el equipo de infectólogos y luego vuelva a encontrarse con Kicillof y Rodríguez Larreta.
No obstante, en las charlas que hoy mantuvieron los funcionarios porteños y bonaerenses se mencionó la idea de ir hacia una “cuarentena progresiva o flexible”. En la práctica, esto implicaría flexibilizar la actividad en industrias, comercios, otorgar salidas recreativas con horarios por acordar y otras actividades que no están definidas aún.
Hay intenciones de mantener un esquema rígido en el transporte público de pasajeros ya que esta es una de las claves centrales para evitar la circulación del virus. Según el último informe que emitió hoy el ministro de Transporte, Mario Meoni, ayer circularon 878.233 pasajeros en el AMBA, lo que representa un 6% menos respecto del lunes pasado. Y el promedio de pasajeros que viajaron en la semana pasada en el área metropolitana fue de unos 820.000.
Por otra parte, tanto en el Ministerio de Salud porteño como el bonaerense admiten que los niveles de contagio que se dieron en los últimos días fueron más lentos. Esto no significa que haya bajado el nivel de COVID-19 pero es un indicio de que la cuarentena estricta habría dado resultados. El nivel de ocupación de camas de terapia intensiva se mantiene en el 61,3% en el AMBA. “Está bastante controlada la situación”, dijo un funcionario del Ministerio de Salud bonaerense.
De todas maneras, la decisión final que tomará el Presidente Alberto Fernández, para flexibilizar la cuarentena se dará bajo la supervisión sanitaria en torno a la evolución de los contagios de las próximas 48 horas.
Durante la reunión de la administración bonaerense y porteña que se dio hoy en La Plata estuvieron los jefes de Gabinete de ambas jurisdicciones, Carlos Bianco y Felipe Miguel, y los ministros Daniel Gollán y Augusto Costa, de la Provincia, y Fernán Quirós y José Luis Giusti, de la Ciudad.
Se hizo un repaso de los números de contagio, de la situación de vulnerabilidad en los barrios populares, del transporte y de la caía en la actividad económica. Por todo ello, hubo indicios claros de que se podría hacia una “cuarentena más generosa”, como la graficó un funcionario bonaerense.
En todos los casos se aclaró que hay que realizar un trabajo muy fuerte de comunicación en la población para que tome conciencia de que no será una apertura total y mucho menos un regreso a la actividad normal. Y que también se verá la idea de volver a Fase I si se complican los niveles de contagio.