El choque de dirigentes del Valle con Arcioni empieza a hacerse más intenso, y este busca refugio en los dirigentes del gobierno nacional y en quienes detentan el poder territorial comodorense. La reaparición de Mammarelli con escandalosas denuncias -que había omitido prolijamente cuando era funcionario público-; la súbita disposición del Procurador General para investigar ahora todo lo que huela a irregularidad en el gobierno de Chubut; el putsch de cervecerías en pueblos del interior y una secuencias de reuniones no tan secretas en Comodoro ponen en evidencia que varios dirigentes y lobbystas están activando maniobras con el objetivo de desalentar todo intento del Gobierno por salir de su atolladero.
Mariano Arcioni puso en evidencia en más de una ocasión su inexperiencia política, lo cual contribuyó a profundizar situaciones que podrían haberse minimizado con más cintura política y dirigentes avezados en la negociación. Pudo disimularlo en los primeros meses, tras la muerte de Mario Das Neves, ayudado en buena medida por los escándalos de corrupción que llevaron a la cárcel a muchos notables del gobierno que él integraba como vicegobernador y que se habían ocupado de hacerle la vida imposible.
Pudo superar el pago escalonado de haberes -en su primera versión- con la generosa billetera de Mauricio Macri. El macrismo creía -como había intuido Das Neves- que terminaría sumando a su causa al escribano de buena familia e imagen imperturbable. Arcioni logró ser reelecto en parte gracias a su estrategia de jugar cartas variadas para seducir aliados y de soterrar sus propias ambiciones ante Ricardo Sastre.
El actual vicegobernador es uno de los dirigentes más hábiles de la escena provincial -no por nada resucitó de una crisis que parecía terminal cuando era intendente de Madryn, para luego legarle el poder a su hermano Gustavo-. Sin embargo, en 2019 Sastre aceptó ir como segundo en la fórmula de Chubut al Frente con el objetivo central de lograr que aquellos políticos de Comodoro Rivadavia con territorio propio no interfirieran en la toma de decisiones de fondo frente al eje Valle-Madryn.
Aliados de peso
La convivencia en la alianza gobernante se mostró prácticamente imposible desde antes del Coronavirus y solo se dilató el estallido por la pandemia. Por eso, a los seis meses 9 de los 16 diputados oficialistas decidieron armar rancho propio y se intensificaron los cruces mediáticos entre el gobernador, su vice y los intendentes de Trelew y Puerto Madryn, muchas veces por «boca de ganso» -que no es solo Eliceche, por más que este detente el apodo-.
Hubo desaciertos, marchas y contramarchas en el Ejecutivo que no le hicieron nada difícil la tarea a los detractores de Arcioni, aunque un acierto del gobernador fue tomar conciencia de que no podía pelearse con todos y de que para seguir flotando necesitaba del Gobierno nacional y de quienes son sus referentes en la provincia. De allí que decidieran arroparlo lo mejor posible el intendente de Comodoro, Juan Pablo Luque, y el diputado nacional Santiago Igon, por ejemplo.
Saudades de poder
Reacios a resignar el protagonismo que tenían mientras vivió Das Neves, en el Valle no están satisfechos con el rol que les toca desde entonces, sobre todo a partir del conocimiento público de las causas Embrujo y Revelación. La exposición cruda de ex jefes de Gabinete; ministros en ejercicio; funcionarios de alto rango; empresarios y otros notables dejaron desnuda a una estructura de poder que reinó durante años y dejó en la banquina al resto de los sectores. Uno de los últimos fue un veterano ex intendente que fue echado sin miramientos de su actual cargo, amenazando con revelaciones que aún no se produjeron.
Ahora se están encadenando episodios que bien podrían ser coincidencias, o tal vez no. Que tres años después aparezca Sergio Mammarelli a denunciar que hay funcionarios que roban -lo cual debe constarle porque fueron contemporáneos suyos en el gabinete que integró fugazmente en el verano-otoño 2017-18- no parece un arrebato de protagonismo de un lobbysta y empresario que siempre midió muy bien sus tácticas.
La reaparición de este singular personaje radicado en San Luis se produce días después de que el procurador general de la Provincia, Jorge Miquelarena, recordara que tras los anteriores escándalos de corrupción él había sugerido extremar las precauciones desde los organismos de contralor, constándole que Mammarelli se había hecho eco de eso.
Tras las declaraciones públicas del ex ministro Coordinador, el jefe de fiscales insistió en darle una pátina de nobles intenciones al hombre que había sido elegido por Arcioni para aplicar recetas neoliberales a tono con los aires de época.
Sin lugar para los «ñoquis»
Miquelarena también ordenó -ahora con énfasis- investigar la existencia de «ñoquis» en Lotería, denunciada por su propio titular Luis María Aguirre; quien tardó un año en percibir la situación para comunicarla a la prensa en estos agitados días.
Miquelarena -que fuera fiscal de Estado de Das Neves y que también apareció mencionado en la causa Embrujo por una habitación con vestidor que le construyó un cómplice de Diego Correa y cuya factura nunca encontró- encargó el trabajo a uno de sus fiscales. Dicen que el jefe de la Oficina Anticorrupción del Ministerio Público Fiscal, Omar Rodríguez, es el más aplicado. Él describió con pelos y señales cómo se quedaban con fondos del Estado la ex ministra Cecilia Torres Otarola y su «corte de los milagros» que posibilitaba que su niñera fungiera como subsecretaria de Estado; o que su abogado percibiera haberes a través de su anciana madre ya que él no podía figurar por estar involucrado en una causa anterior que todavía espera ser llevada a juicio.
Secretos en reunión
Héctor Iturrioz es otro subordinado de Miquelarena. Es un fiscal de Comodoro que mostró entusiasmo por participar de las anteriores causas de corrupción. Tanto que incurrió en algunas irregularidades que promovieron un jury que todavía está pendiente y que no le impide volver a lo que para él son grandes ligas.
Iturrioz es el que -si lo encuentra- deberá tomarle declaración a Mammarelli. Decidió intervenir de oficio, aunque permanece en la nebulosa el motivo por el cual recibió casi en secreto al ministro de Seguridad, Federico Massoni, el último jueves. Ese encuentro se produjo durante la segunda visita que Massoni realizó a Comodoro en la semana. De paso, el ministro más controvertido que resiste en el gabinete de Arcioni dejó su estela de autoritarismo al interceptar en un operativo a un ciudadano que estaba a dos cuadras de su casa y al que se llevó detenido porque le faltaba un papel.
En una extraña sincronía se produjo el conflicto político en El Hoyo, con la separación de un intendente que venía resistiendo intereses poderosos de la zona que van por tierras ubicadas en esa generosa geografía.
Como las cosas nunca son lo que parecen, detrás de esa fuga de información por permisos para circular hay otra historia que seguramente se develará en los próximos días. Eso sí: le abrieron otro frente a Arcioni, como si ya no tuviera demasiados.