El ingeniero aeronaútico, Cristian Pardo, actualmente residente en Alemania, nacido y criado en Trelew, egresado de la Escuela 748, ex Enet, está a la espera del satélite argentino Saocom 1B, en el que estuvo trabajando durante muchos años, siendo uno de los proyectos más importantes de su carrera, y que desarrolló en el Laboratorio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata.
El satélite fue construido a pedido de uno de los principales clientes de este Laboratorio: la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae).
En diálogo con FM EL CHUBUT, el joven trelewense contó que mantiene contacto con sus excompañeros de Laboratorio y recordó que este satélite se iba a lanzar al espacio en marzo, luego se postergó su lanzamiento para el pasado 22 de julio y ahora «no hay fecha fija del lanzamiento. Todo dependerá de cuando se haga un ensayo y se prueben los motores del cohete antes del lanzamiento; a partir de ese ensayo son unos cinco días en que esta empresa normalmente hace el lanzamiento». Anticipó que probablemente el lanzamiento se realice la semana próxima.
Pardo egresó de la ex-Enet como técnico electromecánico, y luego estudió en la Universidad Nacional de La Plata donde obtuvo el título de ingeniero aeronaútico. Durante varios años trabajó en el tema satélites y se incorporó al equipo de trabajo del Laboratorio de la Universidad, donde uno de los principales clientes es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales «dueños de este satélite; el Saocom es el proyecto más largo en el que he trabajado, y el segundo que se lanza».
Recordó que este satélite forma parte del proyecto de «satélites gemelos». Es la parte argentina «de una constelación ítalo argentina. Italia ya trabajó en otros tres satélites que fueron lanzados, pero con características diferentes, pero trabajan en conjunto para llegar a la información que se requiere recolectar».
EL MEJOR PROYECTO LATINOAMERICANO
En cuanto a las características del satélite que se va a lanzar y sobre el trabajo que ha realizado, contó Pardo que «este satélite es de observación, se podrán usar los datos para agricultura, pesca, desastres naturales, seguridad y defensa. Permite obtener información de humedad del suelo, incendios o cantidad de nieve. Eso es recolectado y es transmitido a distintas estaciones del mundo, la base central está en Córdoba, desde allí, Falda del Carmen, se lo controla y maneja».
Lo más difícil a la hora de construirlo, dijo, fue lo relacionado al diseño y control de temperatura de la antena. «La temperatura es algo crítico, en cuanto al lanzamiento, debido a las grandes aceleraciones, es más riguroso para la parte estructural y mecánica, cuando está en órbita hay diferencia de temperatura muy grande.
«Este viaja de sur a norte en la órbita polar, pasa por diferentes países, a veces está eclipsado, y esto puede producir revires en la estructura si no está bien diseñado y es crítico para la electrónica, por lo que hay que asegurarse en los ensayos mientras se hace el diseño».
Es el mejor proyecto, consideró, a nivel latinoamericano y destacó que el Plan Espacial para Argentina tiene grandes proyectos, hay posibilidades de trabajos para ingenieros y hasta la expansión de Pymes vinculadas a los satélites, como las que ya hay en Bariloche y Córdoba.